Éxito etéreo
28 de octubre de 2002¿Cuantos rehenes morirán en Moscú a causa del gas misterioso; 119, 167, 200, o aún más? ¿Cuantos muertos tiene que haber para calificar esta operación de fracaso rotundo? El silencio del Kremlin y las muchas preguntas sin respuesta hacen recordar los torpes intentos de minimizar la catástrofe nuclear de Chernobyl en 1986.
La política de información fragmentaria y a veces contradictoria de Moscú provoca criticas justificadas y escepticismo sobre la capacidad de Moscú de enfrentar amenazas terroristas y, en el campo político, encontrar una salida a las crisis de Chechenia.
Se necesita una buena porción de cinismo para calificar de exitosa, una operación, en las que 117 de las 119 víctimas, murieron de ese gas "especial" usado por las fueras rusas que venían a liberar a los rehenes y dos por disparos.
Científicos, médicos y expertos en armas químicas difundieron un catálogo de versiones, desde un gas lacrimógeno concentrado, o el gas neuroparalizante BZ, o una nueva sustancia experimental, o un agente incapacitante, o un arma química de baja intensidad.
Pacientes sin tratamiento adecuado
El profesor Thomas Zilker, toxicólogo del hospital al que fueron trasladadas las dos víctimas alemanas del secuestro, descarta el uso de un gas neuroparalizante. "Esas sustancias hubiesen dejado huellas en el cuerpo y se podrían haber identificado fácilmente". Zilker sospecha el uso de un gas de anestesia modificado.
De todos modos hay que calificar como irresponsabilidad sin ejemplo el hecho que las autoridades moscovitas se nieguen a proporcionar a los médicos las informaciones necesarias para ayudar a las 405 ex rehenes que todavía se encuentran hospitalizados.
Mientras tanto el presidente ruso, Vladimir Putin ordenó una "operación especial" de fuerzas rusas en Chechenia y declaró la guerra a los terroristas.
Un congreso checheno causa irritaciones
Como gesto de buena voluntad hacia el gobierno ruso, la presidencia danesa de la UE decidió trasladar a Bruselas la cumbre con Rusia que estaba prevista para el 11 de noviembre en Copenhague. El gobierno ruso habia mostrado previamente su malestar por la celebración de un congreso checheno en Dinamarca.
La decisión llega después de que el primer ministro ruso, Vladimir Putin, amenazara con no acudir a la cumbre con la UE si el gobierno danés autorizaba la celebración en Copenhague del Congreso Mundial Checheno, promovido por una organización no gubernamental danesa, que reunirá a exiliados chechenos y otros representantes políticos y de organizaciones de derechos humanos europeos.
El gobierno danés insiste en que no tiene potestad para prohibir un acto organizado por una agrupación independiente y justifica su postura respaldándose en la garantía constitucional de la libertad de expresión. "Hemos explicado a los rusos nuestros derechos democráticos en Dinamarca y tienen que aceptarlos', dijo el ministro danés.