Y eso que China no juega
21 de junio de 2006
Los aficionados chinos se están tomando el Mundial demasiado a pecho. Los médicos se han visto obligados a llamar a sus conciudadanos a la prudencia y a la sensatez, porque aunque uno ame los colores, ni China participa en la Copa y ni merece la cosa ser llevada hasta sus últimas consecuencias.
Saltos de alegría
Quedarse paralítico a los 29 años no es ninguna broma. Ge Zuquan pasó cinco horas en el quirófano después de partirse la cadera, varias costillas y una mano. En medio de un ataque alegría provocado por la emoción del encuentro Costa de Marfil – Holanda, Zuquan salió al balcón de su casa dando saltos y en una de sus piruetas se precipitó al vacío. Los arbustos sobre los que aterrizó, narra el diario Shanghai Daily, no pudieron amortiguar el golpe y ahora los médicos no descartan que Zuquan necesite una silla de ruedas para el resto de su vida.
Fallos cardíacos
El Mundial está llenando las salas de espera de los hospitales de toda China. Hasta tal punto llega la avalancha de pacientes mundialistas que los médicos han dado la voz de alarma. Y es que ya han muerto seis personas de fallos cardíacos a causa de esta Copa. La falta de sueño- por la diferencia horaria muchos chinos están durmiendo estos días una media de cuatro míseras horas-, los excesos alcohólicos y las emociones incontroladas son demasiado para el corazón chino. Por eso los doctores advierten: dormir, tranquilizarse y cuidar la salud es lo primero.
Amigos chinos: no merece la pena, o la alegría.