Velerista Nomine Fabian: “Puedo hacer todo, menos correr“
27 de mayo de 2025Cuando Nomine Fabian se dirigió a una playa en la costa de Föhr, en el mar del Norte, para su primera clase de navegación a vela del año, lo hizo en silla de ruedas. La acompañaba Dirk Hückstädt, su entrenador, quien dirige una escuela de surf y velerismo en la pequeña isla alemana.
Ambos se conocen bien, ya que Hückstadt comenzó a enseñarle a Nomine a navegar hace unos seis años, cuando ella tenía solo cinco.
"Nomi” navega sin equipo especial
"Nomi fue la primera persona en silla de ruedas que acudió a nosotros porque quería aprender a navegar", explicó Hückstädt a DW.
"En aquel momento no teníamos experiencia en navegación en silla de ruedas, pero la iniciamos en un catamarán para niños".
Hückstädt y su equipo pensaron en cómo podrían modificar la embarcación para satisfacer las necesidades físicas de Nomine, pero ella rápidamente les demostró que las personas en sillas de ruedas pueden navegar sin equipo especial.
"Pronto nos dimos cuenta de que podía deslizarse maravillosamente de un lado a otro. Y Nomi podía manejar la escota y el timón con total normalidad", recordó Hückstädt.
"Encontraremos la manera”
Mientras un regatista pueda hacer eso no debería haber mayores problemas, explicó el deportista de 52 años, cuya filosofía es no descartar nada por imposible sin haberlo intentado antes.
"Si alguien viene a mí queriendo aprender a hacer algo, encontraremos la manera", dijo.
Aunque Hückstadt nunca había enseñado a navegar a una persona en silla de ruedas, la idea no le pareció del todo inusual, ya que también ha ayudado a usuarios de sillas de ruedas a aprender a hacer cosas como kitesurf (tabla cometa) o conducir un vehículo arenero o buggy de playa.
Nomine se siente como pez en el agua. Antes de comenzar la sesión de entrenamiento, Hückstadt le hizo un par de preguntas para comprobar lo que había aprendido sobre navegación hasta el momento y luego le dio algunos consejos de última hora.
Sin miedo en el Mar del Norte
Unos minutos después, Nomine manejaba con destreza el catamarán entre las pequeñas olas del mar del Norte. Ya fuera virando o cambiando de amura las velas, Nomi dominaba cada movimiento a la perfección.
Desde su primera lección, nunca ha tenido miedo de navegar sola, porque, como ella misma dice, "el Mar del Norte no es profundo y no hay nada peligroso. Solo hay marsopas… que comen peces más pequeños y plancton”.
Nomine obtuvo su licencia de navegación a los ocho años.
"Ella dijo: 'Ya sé leer, así que puedo responder a las preguntas teóricas. Y también sé escribir, así que voy a sacarme la licencia de navegación'", contó a DW su madre, Andrea Fabian.
"Me siento increíblemente orgullosa y muy feliz de ver lo que es posible a pesar de tener una lesión de médula espinal", explicó.
"Es fantástico que existan los Juegos Paralímpicos”
Cuando se le pregunta cuál es su mayor sueño, Nomine no lo piensa dos veces: "Quiero competir en los Juegos Paralímpicos al menos una vez", dijo, sin limitar su sueño a un solo evento, y ni siquiera especificar si serán Juegos de verano o de invierno.
"Me parece fantástico que existan los Juegos Paralímpicos. Se puede demostrar a la gente que el deporte es posible incluso con una discapacidad", afirmó.
Quiero ayudar a la gente a sentirse fuerte y a poder hacer lo que quiera. Los deportes, según Nomine, son para todos, incluida la navegación a vela.
Cuando se le pregunta por su mayor éxito (hasta el momento), la respuesta también es obvia: "Mi mayor éxito es haber empezado a practicar deporte", dijo. "Puedo hacerlo todo menos correr. Estoy orgullosa de ello".
(cp/ers)