Una tensión insoportable <br>Italia-Bulgaria: 2 a 1<br> Dinamarca-Suecia: 2 a 2
24 de junio de 2004
El "shock" para Italia llegó segundos antes de terminar el primer tiempo, cuando el juez ruso, Valentin Ivanov, pitó penal a favor de los búlgaros. Los comentaristas alemanes coincidieron en que no había sido penal. El búlgaro Martin Peov no se dejó inmutar por ello y convirtió fríamente.
De los vestuarios, la "squadra azurra" regresó dispuesta a darlo todo. Tres minutos después, un balazo de Cassano rebota en el travesaño y regresa al campo de juego. Perrotta logra introducirla en el arco en medio de una confusión generalizada en el área chica búlgara. La persecución de Italia había comenzado.
Un enorme espíritu de lucha
Mientras tanto, bajo una persistente lluvia en Porto se desarrollaba un partido caracterizado por un enorme espíritu de lucha de ambas partes. Los daneses apretaron los dientes y lograron abrir el marcador. En el minuto 28, Tomasson le pasa la pelota por encima al guardameta sueco Isaksson, que se hallaba demasiado adelantado. Uno a cero para Dinamarca.
En el minuto 47, Suecia iguala con un penal que Larsson ejecuta con precisión quirúrgica. Pero los daneses no se amilanaron. Sabían que en este partido les iba la vida, por lo menos la vida en esta Eurocopa. En el minuto 66, Tomasson logra poner en ventaja nuevamente a Dinamarca. La tensión y el dramatismo se estaban transformando en insoportables.
A la desesperada
Italia, enterada de esta evolución de los sucesos, sale a la desesperada. Como es sabido, la desesperación no es buena consejera. Lucha, nervios y arrebato no bastan para sacar adelante a los "azzurri". En las tribunas cunde la consternación. Los búlgaros no se dejan doblegar e incluso crean varias situaciones de peligro ante el arco de Gianluigi Buffon.
Para peor, en el minuto 89, Jonson logra el empate para Suecia. Es el peor resultado imaginable para Italia. Con el 2 a 2, Suecia y Dinamarca pasan a cuartos de final, Italia queda afuera, haga los goles que haga. Cassano logra efectivamente el 2 a 1 en el minuto 90. Pero no basta, no alcanza. Cuando los "azurri" se enteran del empate sueco, ruedan las lágrimas, en las tribunas y entre los jugadores. ¡Ciao, Italia!