Una mujer indonesia planta manglares para combatir las mareas crecientes
En la provincia indonesia de Java Central, esta ama de casa lucha incansablemente contra la constante crecida de las aguas. Ha plantado miles de manglares para proteger su hogar.
Sumergida por el mar
Pasijah, de 55 años, se despierta cada mañana con el sonido del mar. Suena idílico, pero en realidad no lo es. Su casa es la única que queda en esta zona de Rejosari Senik, un pequeño pueblo en la costa norte de Java. Alguna vez en tierra firme, hoy está inundada por el agua del mar.
Toda la intención de quedarse
El agua inunda las paredes de la casa de Pasijah, donde ha vivido por 35 años. Se le mojan los pies al salir. "Tengo toda la intención de quedarme aquí y los sentimientos por esta casa permanecen", declaró a la agencia de noticias Reuters en febrero.
Medidas de protección contra las inundaciones
En los últimos años, los vecinos de Pasijah han abandonado sus casas, huertos y arrozales ante el avance del mar. Pero Pasijah y su familia no tienen intención de irse. La casa está rodeada de bambú flotante y una torre de alta tensión rota. En el interior, el suelo fue elevado para protegerla de las olas.
Barcos: el único medio de transporte
El punto de tierra más cercano está a 2 kilómetros y la ciudad de Demak a otros 19. La única forma de llegar es en barco. Indonesia, un archipiélago de miles de islas, cuenta con unos 81.000 kilómetros de costa, y por lo tanto, es particularmente vulnerable al aumento del nivel del mar y la erosión.
Las islas pequeñas ya están desapareciendo
El nivel del mar en Indonesia ha aumentado un promedio de 4,25 milímetros al año desde 1992 y se ha acelerado en los últimos años. Según la Agencia Indonesia de Meteorología, Climatología y Geofísica, las islas pequeñas ya están desapareciendo. El problema se ve agravado por la extracción de aguas subterráneas, especialmente en la costa norte de Java y en Yakarta.
Un muro verde contra las inundaciones
Mientras las autoridades responden al problema con gigantescos proyectos de construcción, como un malecón de 700 km a lo largo de la costa norte desde Banten hasta Java Oriental, Pasijah y su familia confían en la fuerza de la naturaleza. "Me di cuenta de que, tras la subida de las aguas, necesitaba plantar manglares para que se extendieran y protegieran la casa del viento y las olas", explicó.
Protección natural
Los manglares son verdaderos héroes del clima. Contribuyen a la lucha contra el cambio climático almacenando grandes cantidades de dióxido de carbono, protegiendo las costas de las marejadas ciclónicas y la erosión, estabilizando el suelo y asegurando hábitats para animales y humanos.
Esfuerzo incansable
En las últimas dos décadas, Pasijah ha plantado alrededor de 15.000 manglares al año. Cada día, rema en un bote hecho con un barril de plástico azul para cuidar los arbustos y plantar nuevas plántulas en las aguas azul grisáceas.
"Un obstáculo a la vez"
Pasijah y su familia sobreviven vendiendo en el mercado cercano el pescado que pescan sus hijos. Dicen que se quedarán mientras puedan contener la marea. "Ya no me preocupa el aislamiento que siento aquí desde que decidí quedarme, así que iremos superando un obstáculo a la vez", expresó.