Un precio muy alto
1 de diciembre de 2003El periódico español El Mundo opina que la misión en Irak ya no tiene sentido: "Es dudoso que se pueda calificar de terrorismo el ataque contra los miembros del servicio secreto español. Si bajo terror se entiende violencia y miedo, también la invasión de Irak, apoyada por España, fue un acto terrorista.
Ciertamente no hay defensa más importante que la de la libertad. Pero no justifica que el presidente estadounidense George W. Bush, el primer Ministro británico Tony Blair y el jefe de Gobierno español José María Aznar, tengan razón al implementar sus métodos autodestructivos. La presencia de tropas españolas en Irak no tiene sentido. Los soldados están ocupados en defenderse a si mismos."
El campo estratégico
El periódico francés Le Journal de la Haute-Marne escribe sobre los ataques diarios contra los aliados en Irak: "Los estadounidenses y sus aliados cosechan a diario humillación, lo peor para la moral de sus tropas. Los ataques iraquíes no bastarán para derrotar al mayor ejército del mundo. Pero los seguidores de Saddam Hussein han conquistado un campo mucho más redituable que el de la batalla, el campo de la comunicación. Es difícil de imaginarse que las tropas de la coalición logren acabar con la resistencia, que cuenta por lo visto con el apoyo secreto de amplios sectores de la población. No hay forma de regresar a un estado de normalidad."
Represión colectiva
El periódico suizo Basler Zeitung acusa a los españoles de cerrar los ojos ante la realidad: "España está consternada. Asesinaron a 7 de sus agentes secretos. Se ha puesto fin a la esperanza de que se lograría salir impune de Irak, que serían otros invasores los que pagarían la cuenta. Mientras que los socios del gobierno madrileño han tenido que enfrentarse a las crecientes críticas sobre su proceder en el Irak de la posguerra, los españoles aún se dedican a la represión colectiva de la verdad."
Sin control
El periódico holandés Algemeen Dagblad opina que Estados Unidos ha perdido el mando en Irak: "Al contrario de lo que quiere hacer pensar el presidente estadounidense George Bush, su gobierno apenas puede dirigir el desarrollo en Irak. Sus esfuerzos de involucrar a la comunidad internacional en la reconstrucción del país no convencen. ... Las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos empañan la visión del presidente. Si las oportunidades de Irak están sujetas a la reelección del presidente, sólo se puede decir que a los militares les ha tocado jugar un papel ingrato."