Un hit en Inglaterra: el plomero alemán
29 de marzo de 2007La Unión Europea, con su libertad de trabajar en cualquier país, lo hace posible, la proverbial calidad del trabajo alemán, deseable. En todo caso, todo plomero alemán que ofrezca sus servicios en Inglaterra no da abasto: llamadas telefónicas todo el día, a tal punto que muchos apagan el móvil para poder trabajar tranquilos.
“Los clientes quedan muy agradecidos cuando se es puntual y se hace un buen trabajo”, dice Michael Schwan, un plomero alemán que llegó a la isla hace dos años y medio y poco después trajo a toda su familia. En su camioneta luce orgulloso el título “The German Plumber” (El plomero alemán).
Schwan se sorprende hasta hoy cuando después del trabajo se le ofrece té y al otro día lo llaman por teléfono para agradecerle nuevamente por sus servicios. Además, los ingleses pagan de inmediato y no tres meses después, como puede suceder en Alemania, agrega Schwan.
Buena capacitación
El rígido régimen de capacitación del trabajo manual en Alemania, con sus exigentes pruebas y exámenes para maestros, oficiales y aprendices, a menudo criticado por su “inflexibilidad”, da en otros países de Europa excelentes resultados. Cada vez más trabajadores manuales alemanes se marchan al exterior.
Los clientes ingleses están incluso también dispuestos a pagar algo más por un buen trabajo alemán. En Londres no faltan compradores de casas viejas que pagan millones por un edificio e invierten luego un par de cientos de miles de libras esterlinas para su modernización completa: una fuente de trabajo prácticamente inagotable para todas las profesiones manuales.
A la calidad del trabajo se agrega otro aspecto: la ecología. Hasta ahora, el tema ecológico no desempeña casi papel alguno en las obras en construcción o modernizaciones en Inglaterra. En Alemania, por el contrario, se tiene mucho cuidado en observar los últimos estándares ecológicos y emplear sólo materiales que respeten el medio ambiente y no dañen la salud.
En todo caso, los clientes ingleses quedan siempre muy agradecidos, cuando los trabajadores manuales alemanes les hacen buenas propuestas, no cobran más de lo inicialmente pactado y cumplen con todos los estándares técnicos y ambientales. Los alemanes no cobran poco: 50 euros la hora de trabajo. No obstante, hallar clientes en Londres es mucho más fácil que en Berlín.
La demanda continuará
Ello fue descubierto también por numerosas pequeñas empresas alemanas del sector, que se interesan cada vez más por el mercado inglés. Entre cuatro y cinco empresas por semana se ponen en contacto con la Cámara de Comercio Germano-Británica en Londres, para informarse sobre las posibilidades de trabajo en la isla.
No es probable que la demanda se termine muy rápidamente. El Gobierno británico planea la construcción de 250.000 viviendas próximamente en el conurbano de Londres y en el 2012 se celebrarán en Gran Bretaña los Juegos Olímpicos de verano. Los costos de la Aldea Olímpica y para la construcción de nuevos hoteles se calculan en unos 6.000 millones de euros. Los costos totales de los Juegos ascienden en el ínterin a 13.000 millones de euros. Muchos de los trabajos que deben realizarse serán encargados seguramente a pequeñas empresas subcontratistas alemanas.
Si las buenas experiencias de los ingleses con los trabajadores manuales alemanes continúan corriendo como hasta ahora de boca en boca, muy pronto muchos más de ellos se trasladarán a la isla. Al “Plomero alemán” no le vendría nada mal, pues busca desesperadamente personal. Y tienen que ser alemanes, pues así lo exigen los clientes.