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Un debate en Múnich sobre los planes de paz para Ucrania

Marco Müller
17 de febrero de 2025

¿Cómo es el plan de paz para Ucrania anunciado por la administración estadounidense? Sobre este tema giró el debate en la Conferencia de Seguridad de Múnich.

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Grupo de debate en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Panel de debate en Múnich. Entre los participantes, el ministro de Exteriores ucraniano, Andrij Sybiha, y Keith Kellog, enviado especial de EE. UU. para Rusia y Ucrania.Imagen: Ronka Oberhammer/DW

Hace apenas unos días, el presidente estadounidense, Donald Trump, habló por teléfono con su homólogo ruso, Vladimir Putin, rechazó la adhesión de Ucrania a la OTAN y afirmó que, probablemente, este país tendría que ceder territorio a Rusia.

Poco después, el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance cuestionó los valores comunes de EE.UU. y Europa en la Conferencia de Seguridad de Múnich.

Debate sobre el futuro de Ucrania

En cooperación con la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC) y organizado por el programa de DW Conflict Zone,  se celebró el debate "Paz mediante la fuerza: un plan para Ucrania". En una sala pequeña, los cinco entrevistados se sentaron frente a frente con el moderador, y rodeados de público y políticos.

Además del ministro de Exteriores de Ucrania, Andrij Sybiha, participaron el ministro de Exteriores de Polonia, Radoslav Sikorski, el ministro de Exteriores del Reino Unido, David Lammy, el ministro de Defensa de Lituania, Dovile Sakaliene, y el enviado especial de Estados Unidos para Ucrania, el general Keith Kellogg, que fue quien acaparó la mayor atención.

¿América primero? ¡Sí!  ¿América sola? ¡No!

Tras la llamada telefónica entre Trump y Putin, y el discurso de Vance en la conferencia de seguridad el día anterior, no sorprendió que todas las miradas estuvieran centradas en Keith Kellogg, quien dijo al principio que, aunque la administración Trump siempre ha proclamado lo de "Estados Unidos primero", nunca ha dicho "Estados Unidos solo". Según él, se trata de una cuestión de terminología, y dijo que los aliados deben trabajar juntos para crear un "plan integral".

Esto hizo que tanto Europa como Ucrania conservaran la esperanza de que Estados Unidos no llegue a abandonar por completo su apoyo a Ucrania. Sin embargo, Kellogg dejó claro que Ucrania no puede ganar la guerra con más derramamiento de sangre y expresó su convicción en el poder de las sanciones contra Rusia, que sigue obteniendo la mayor parte de sus ingresos de las exportaciones de petróleo y gas. 

El ministro de Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, también describió cómo la economía rusa estaba empezando a sufrir. "Debemos convencer a Putin de que el precio que debe pagar es inaceptable. Por eso, tenemos que mantener el rumbo y continuar apoyando a Ucrania".

Keith Kellogg, enviado especial de  EE. UU. para Rusia y Ucrania.
El público presente realizó muchas preguntas a Keith Kellogg, enviado especial de EE. UU.Imagen: Ronka Oberhammer/DW

Apoyar a Ucrania cuesta mucho dinero

Por su parte, el ministro de Exteriores británico, David Lammy, estuvo de acuerdo con la administración Trump en que Europa debe hacer más para protegerse. La ministra de Defensa de Lituania, Dovile Sakaliene, cree además que se necesita mucha inversión para construir tantas fábricas de armas como sea posible. Sakaliene dijo que, de hecho, su país ya gasta en defensa más del dos por ciento del producto interno bruto requerido y seguirá aumentándo.

El ministro de Exteriores de Polonia aludió, en este punto, a una "injusticia". Los países que más gastan en defensa están más cerca de la zona de guerra, por lo que tendría sentido una distribución más justa de los costos, pero eso no es posible con Hungría. En ese sentido, Sikorski dijo a Kellogg que, tal vez, Estados Unidos podría ejercer cierta presión sobre Hungría.

Europa no está sentada "a la mesa"

Cuando el público pudo participar al final en el debate, todas las preguntas iban dirigidas a Kellogg. La moderadora Sarah Kelly explicó el motivo: era la única oportunidad de hablar directamente con un representante del Gobierno de Estados Unidos en Múnich. J.D. Vance se reunió con ciertos políticos y desapareció poco después de su discurso, sin responder a las preguntas.

Kellogg, sin embargo, sí contestó. Pero la terminología supuso un problema. Cuando se le preguntó si los europeos estarían "en la mesa" de negociaciones para un plan de paz para Ucrania, él respondió: "Defina 'en la mesa'. Por la forma en que usted formuló esta pregunta, la respuesta es no". Los ucranianos, "por supuesto", se sentarán a la mesa de negociaciones, dijo.

El ministro ucraniano Sybiha también exigió claridad en la terminología. "Estamos hablando de una paz justa, integral y duradera, no de ausencia de guerra", afirmó. 

(rmr/ms)