UE: misión cumplida
27 de diciembre de 2002Las autoridades de Bruselas pueden estar satisfechas. Pese a todas las dificultades y disputas, las ambiciosas metas que se trazó la Unión Europea se cumplieron. Así, este 2002 termina con las puertas abiertas para 10 nuevos socios, en su mayoría del otrora bloque oriental, quedando superada la antigua división del viejo continente. Ciertamente aún hay candidatos en lista de espera y los asuntos pendientes no son pocos. Pero se ha dado ya el paso clave hacia la unidad continental.
En el caso de la República Checa, Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Chipre y Hungría, sólo resta formalizar la adhesión mediante el tratado correspondiente. Una meta hoy al alcance de la mano, pero que hasta el último momento corrió peligro, debido a las enconadas disputas que precedieron al acuerdo.
Arduas negociaciones
La pugna, como suele ocurrir, obedeció a los problemas de financiamiento que supone la ampliación de la UE. Uno de los temas más difíciles de resolver fue el relativo a las subvenciones agrícolas, que consumen parte sustancial del presupuesto comunitario. El acuerdo logrado finalmente en octubre entre Francia y Alemania -mantener el actual sistema hasta el 2006- allanó el camino, pero no puso punto final a la discusión. Porque también los nuevos socios se mostraron dispuestos a defender sus intereses y Polonia llegó incluso a amenazar con echar todo por la borda. Una vez más, los subsidios a la agricultura fueron objeto de arduas negociaciones hasta el último minuto en la cumbre de Copenhague.
Finalmente hubo consenso. Menos contento quedó en cambio el gobierno turco, que esperaba una fecha para iniciar negociaciones de incorporación a la UE. Sus expectativas fueron defraudadas, pese a las presiones ejercidas desde Washington en favor de Ankara. Los líderes de la Unión resolvieron finalmente darse un tiempo más para observar la evolución de Turquía, de manera que sólo a fines del 2004 se tomará una decisión sobre el comienzo de las conversaciones de adhesión.
El euro, codo a codo con el dólar
En el balance del 2002 no puede faltar tampoco la exitosa entrada en escena del euro, la moneda única europea, que resultó todo un éxito. La gigantesca empresa que suponía reemplazar las monedas nacionales se llevó a cabo sin mayores sobresaltos, aparte de los que sufrieron los consumidores de algunos países como Alemania, al ver que ciertos precios prácticamente se duplicaron. Las estadísticas refutan que el euro haya provocado un brote inflacionario. No obstante, no se puede negar que algunos comerciantes intentaron sacar partido de la situación, aprovechando que la gente no estaba acostumbrada a calcular en la nueva moneda.
Por otra parte, el euro ha logrado afianzarse en los mercados internacionales de divisas. Tras una etapa inicial de cierta debilidad, la moneda europea alcanzó la paridad con el dólar estadounidense, llegando a rebasarlo en los últimos días del año. Un fenómeno atribuido a los temores de una guerra con Irak.
Al margen de estos grandes desafíos superados, la Unión Europea tiene aún muchas tareas por delante. El capítulo de la ampliación sólo se ha cerrado momentáneamente y las grandes reformas estructurales han quedado para más adelante. Igualmente pendiente se encuentra el objetivo de afianzar una política exterior conjunta, que merezca el nombre de tal. Pero esas son tareas que se extenderán incluso mucho más allá del 2003.