Udo Jürgens, una carrera extraordinaria

Udo Jürgen Bockelmann nació en Klagenfurt, Austria, en 1934. A los cinco años recibió una armónica de regalo y a los 15 ya había escrito varias canciones. Tras estudiar piano, canto y composición, participó y ganó en un concurso de talentos realizado en Bélgica en 1960. En ese país, su canción “Jenny” llegó al primer lugar del hit parade.

Udo no sólo compuso sus canciones, sino también las de algunas estrellas internacionales como Shirley Bassey (“Reach for the stars”) y Frank Sinatra (“Never sing another song”). Su talento le abrió muchas puertas en el mundo del espectáculo y lo llevó a coquetear con el cine. En 1961 participó en la comedia alemana “Y tú, tesoro, te quedas aquí” (Und du mein Schatz bleibst hier).

En el Viejo Continente, participar en el festival de Eurovisión era importante para muchos cantautores porque esa tribuna impulsaba su popularidad y las ventas de sus discos. Udo enfrentó ese desafío y quedó en quinto lugar en 1964. Al año siguiente quedó en cuarto lugar. Fue en su tercer intento, en 1966, cuando ganó el concurso en representación de Austria con “Gracias, querida” (Merci Chérie)”.

Udo cantaba, tocaba piano y tenía una sonrisa encantadora. No es de extrañar que fuera percibido como un imán para las mujeres o que se le atribuyeran numerosas aventuras amorosas. “La fidelidad no es una cuestión de carácter, sino de oportunidad”, dijo el músico alguna vez.

Aunque se sabe que Udo Jürgens se casó dos veces y tuvo cuatro hijos con tres mujeres distintas, él solía proteger la privacidad de su vida familiar. En esta imagen, tomada en diciembre de 1964, aparece con su hija Jenny y su hijo Johnny. Udo también tenía una relación estrecha con su hermano Manfred Bockelmann, a quien le dedicó la canción “Mi hermano es un pintor” (Mein Bruder ist ein Maler).

En los años sesenta, Udo disfrutó de una buena racha de éxitos comerciales que terminarían convirtiéndose en clásicos. Como muestra, un botón o más: "Cottonfields", "Mathilda", "Es wird Nacht, Señorita". Sus temas "Warum nur, warum?" y "Was ich dir sagen will" fueron interpretados en ocho idiomas y tienen más de cuarenta versiones diferentes. Udo vendió más de 20 millones de discos.

En 1974, Jürgens se presentó junto a Shirley Bassey frente a 40.000 espectadores en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. Cuatro años más tarde, interpretó el tema “Buenos días, Argentina” junto a la selección alemana de fútbol en el Mundial de 1978; fue su mayor éxito comercial. Udo también tuvo programas de televisión propios y atraía a cientos de miles de personas a sus recitales.

Udo salía de gira casi todos los años y ofrecía conciertos inolvidables. En 2003, junto a su banda, la Orquesta Pepe Lienhard, tocó al aire libre en la pequeña villa tirolesa de Ischgl, a 2.300 metros de altura. Cerca de 8.000 aficionados presenciaron su recital en la Silvretta Arena.

Las entradas para los conciertos de Udo solían agotarse poco después de ser puestas a la venta. Él necesitaba a ese público fiel. “Yo puedo vivir sin aplausos, pero no cuando estoy en el escenario”, dijo alguna vez. Y sus seguidores le correspondían su afecto. En el último medio siglo, ningún otro cantante ha sido tan popular en Alemania, Austria y Suiza como Udo Jürgens.

En septiembre de 2014, la televisión alemana celebró el octogésimo cumpleaños de Jürgens con una gala especial y un documental llevó su vida a la pequeña pantalla. 13.000 espectadores le cantaron “Merci, Udo” en la Semper Oper de Dresde. Poco después, este 21 de diciembre, Udo Jürgens, uno de los cantantes de habla alemana más populares, dejaba este mundo.