Turquía: el Gobierno somete a la oposición en Estambul
10 de septiembre de 2025El término "administrador” se emplea comúnmente en Turquía , sobre todo en regiones de mayoría kurda. El gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, destituye a alcaldes y otros representantes de la minoría kurda elegidos democráticamente y los reemplaza por administradores o procuradores que están a favor del gobierno.
Sin embargo, recientemente, este mecanismo se ha extendido también a municipios gobernados por el Partido Republicano del Pueblo (CHP, por sus siglas en turco). De esta forma, el gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), liderado por Erdogan, intenta recuperar influencia en ciudades y barrios donde fue destituido democráticamente.
Estas acciones contra el CHP fueron tomadas por el presidente turco tras la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, considerado uno de los candidatos presidenciales más prometedores y, por tanto, el rival más importante y posible sucesor de Erdogan.
Imamoglu está en prisión desde marzo de 2025, acusado de corrupción y falsificación de su título universitario. Según observadores, esas acusaciones tienen una motivación política: en Turquía, tener un título universitario es un requisito para la presidencia. La acusación buscaría impedir que se presente como candidato.
Pero en Estambul ahora la situación ha escalado. La dirección del CHP de la ciudad fue destituida por orden judicial la semana pasada. El edificio del partido fue acordonado por la Policía. El procurador designado por el tribunal, Gürsel Tekin, exsecretario general del CHP, solo pudo entrar gracias a una fuerte protección policial debido a la resistencia que presentó el personal del partido.
"Abolición de la democracia”
Debido a su nuevo cargo de administrador, Tekin fue excluido del CHP, donde se tomó con indignación que haya aceptado la decisión judicial de ingresar al edificio del partido mientras la Policía usaba gas lacrimógeno. Un "día de la vergüenza", dijeron dirigentes opositores. El exdiputado del CHP Gökhan Günaydin dijo a DW que "esconderse detrás de policías para entrar aquí es vergonzoso". El vicepresidente del CHP, Suat Özcagdas, declaró -por su parte- que "la Policía ocupó el edificio como si asaltara un castillo enemigo. Tekin no mostró ningún pudor al esconderse tras los agentes". El ponente del Parlamento Europeo para Turquía, Nacho Sánchez Amor, calificó los acontecimientos de "surrealistas".
Un exasesor de Imamoglu que pidió no ser identificado, habló de la "destrucción" del CHP. "Nadie podría imaginar que lo que le ocurrió al HDP (partido kurdo) también le sucedería al partido fundado por Atatürk, el partido más fuerte de Turquía desde las elecciones locales de 2024. Interferir en los asuntos internos del principal partido de la oposición y destruirlo significa que la democracia en Turquía no solo se está erosionando, sino que prácticamente se está aboliendo", declaró el asesor a DW.
La Justicia al servicio de la política
Berk Esen, politólogo de la Universidad Sabanci de Estambul, también cree que se ha llegado a un nuevo nivel. "Ahora es posible que un tribunal determine la totalidad del liderazgo de un partido político. Esto es un avance sumamente peligroso. Algo así nunca había sucedido bajo un gobierno civil en Turquía", declaró Esen, quien califica los hechos recientes de "legalismo autocrático", lo que significa que un gobierno autocrático está instrumentalizando el Poder Judicial para sus propios fines con el objetivo de legitimar medidas políticas.
Turquía ya no es considerado un Estado de derecho desde hace años. Según los observadores, el Poder Judicial está bajo una fuerte influencia, o incluso bajo el control directo, del gobierno del AKP. Según el Índice de Estado de Derecho de la organización sin fines de lucro Proyecto de Justicia Mundial (World Justice Project), Turquía ocupa el puesto 117 entre 142 países, por detrás de Bielorrusia, Rusia y Níger.
¿Quiere Erdogan eliminar a la oposición?
Analistas ven en lo sucedido una "prueba”. El gobierno de Erdogan pretende, probablemente, despojar del poder a la dirección nacional del CHP, e incluso nombrar a un síndico para reemplazar al actual alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu. Esto aún no ha sucedido, en parte porque cientos de miles de personas protestaron frente al Ayuntamiento durante días tras el arresto de İmamoglu.
Ahora existe el riesgo de que el tribunal declare inválido el último congreso del CHP del 15 de septiembre, y destituya a toda la dirección del partido. En ese caso, Kemal Kilicdaroglu, el antiguo rival de Erdogan, podría volver a asumir la dirección del partido. Según informes, el destituido líder del CHP ya expresó su disposición a hacerlo. Esen confirma este temor: "Es evidente que Kilicdaroglu quiere retomar el liderazgo con la ayuda del Poder Judicial".
Otra pista para la "prueba": Gürsel Tekin fue vicepresidente del veterano líder del partido, Kilicdaroglu. En el último congreso del CHP, en 2023, perdió contra Özgür Özel. Kilicdaroglu es conocido por haberse presentado como candidato presidencial en 2023, a pesar de las críticas internas, y por perder las elecciones ante Erdogan. Su carrera política ha estado marcada por numerosas derrotas. Recientemente, Erdogan había expresado abiertamente su deseo de que Kilicdaroglu presentase su candidatura.
"Turquía ya no es una democracia"
El CHP acaba de celebrar su 106º aniversario. El partido más antiguo del país es incluso más antiguo que la propia república. Se fundó en 1919 como parte de un movimiento de resistencia contra el liderazgo otomano tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, bajo la jefatura del fundador del país, Mustafa Kemal Atatürk. El partido cuenta con una rica tradición. Sin embargo, Berk Esen se muestra bastante pesimista sobre su futuro próximo: "Al menos a corto plazo, este gobierno autoritario reprimirá cada vez con más dureza a la oposición. Pero este gobierno no puede resolver los problemas económicos", afirma Esen.
El exasesor de Ekrem İmamoğlu también mira al futuro con inquietud: "Dados los métodos y el poder del gobierno, solo un levantamiento popular podría cambiar algo. Pero no creo que eso suceda". Añadió que podrían concebirse más arrestos de políticos del CHP. "Turquía ya no es una democracia", advirtió.
(cp/dzc)