Triste legado
20 de marzo de 2007
Westdeutsche Zeitung, de Düsseldorf: "En el mes de noviembre los estadounidenses dieron durante las elecciones al Congreso un buen golpe a Bush y a los republicanos. A la luz del ánimo imperante parece inevitable que los demócratas lograrán recuperar la Casa Blanca en 19 meses. También en el escenario internacional el gobierno estadounidense se aísla cada vez más. La coalición de los dispuestos empieza a resquebrajarse. Con la retirada parcial de los británicos, parece que Bush perderá a uno de sus principales aliados. Los lamentables paralelos a la Guerra de Vietnam se multiplican. Mientras más dura la guerra tanto más tendrá que escuchar Bush que Irak es "su Vietnam", un legado político con el que ningún presidente estadounidense le gustaría abandonar el poder."
Estados Unidos sigue siendo una potencia a pesar de Irak
Gandul, de Bucarest: "El resultado se conoce: un fracaso terrible de la administración Bush. Pero también después de la batalla en contra de Irak Estados Unidos sigue siendo igual de poderoso, o incluso más poderoso que antes. La brecha tecnológica entre Estados Unidos y la Unión Europea fue estimada después del ingreso de Rumania y Bulgaria en cerca de 22 años. Los miles de millones de dólares que se invierten en la industria armamentista altamente tecnológica de Estados Unidos son probablemente parte de este motor. Estas enormes sumas que habrían dejado en bancarrota a Europa han impulsado el déficit presupuestario de Estados Unidos a niveles récord, pero esto no ha hecho que el precio de las hamburguesas suba en Estados Unidos. (...) La lección iraquí muestra que los errores de Estados Unidos los pagan todos, hayan o no participado."
Europa debe apoyar a EE. UU.
Figaro, de París: "Los amigos de Estados Unidos, a los que nos sumamos, no tienen una tarea fácil. Cuatro años después de la invasión de Irak y el derrocamiento de Saddam Hussein resulta prácticamente imposible nombrar una sola consecuencia positiva de la aventura estadounidense. Murieron 100.000 iraquíes más de 3.000 soldados perdieron la vida. La vida de otros 32.000, que regresaron heridos a Estados Unidos, está arruinada para siempre. (...) ¿Qué tiene que hacer el mundo, qué tiene que hacer Europa? Podemos estar tentados a observar la catástrofe y dejar las manos en el regazo. Esta no es una opción. Para Europa la estabilidad en el Cercano Oriente es mucho más importante de lo que pueda serlo para Estados Unidos."