Tretas en la Bundesliga
9 de enero de 2004Los resultados de la primera ronda de la Bundesliga fueron terribles para el equipo de fútbol berlinés Hertha BSC: los penúltimos de la lista, con 13 puntos, que comparados con los 39 que reunió el equipo que encabeza la lista de resultados de la primera división –el Werder Bremen- avergüenzan. Más aún si se tiene en cuenta los aires de triunfo, y de llegar a la Champions League, que tenían los once berlineses al iniciar la temporada futbolística alemana. Ahora los ronda la amenaza de resbalar a la segunda división. Como multa por semejante oprobio, el 25 por ciento del sueldo de los jugadores debía quedarse congelado hasta que hubiese algo que festejar como éxito.
Menos sueldo no, donación
Obviamente la propuesta no fue recibida con regocijo. Y una nueva surgió a cambio: el equipo donará el costo de la asistencia de su público a los partidos que faltan. Para resarcirlos de los malos ratos que los han hecho pasar y para que, de ninguna manera, dejen de acudir a aclamar a sus maltrechos héroes durante los ocho juegos de la segunda ronda. El capitán del Hertha, Dick van Burik, cataloga esto como un mensaje a sus adeptos, un reconocimiento de la falla y una demostración de cuánto los necesita.
Generosidad millonaria
Barato no va a salir el asunto. Hertha calcula que movilizará, en autobús, entre 3500 y 4000 hinchas por juego no local, y 35 euros por cabeza. La suma de todo rozará el millón de euros. Pero no todos los jugadores pagan por igual. Deportistas millonarios como Bobic o el brasileño Marcelinho desembolsarán buena parte del coste del regalo a la hinchada, y a sí mismo pues van a necesitar una buena dosis de apoyo moral para salir del aprieto en que hallan. Sin siquiera haber empezado, el calor de los fans comienza ya a sentirse: en una encuesta del semanario Der Spiegel online, un 49,98 por ciento de los participantes opina “¡Sí, Hertha lo va a conseguir!”. La fe mueve montañas, y el dinero a la hinchada.