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Teherán sin maquillaje

27 de junio de 2005

La prensa europea sigue comentando profusamente el triunfo del ultraconservador Mahmud Ahmadineyad en las elecciones presidenciales de Irán y sus implicaciones a nivel internacional.

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Ahmadineyad: un aliado, en lugar de un contrapeso para Jamenei.Imagen: dpa

The Times, de Londres, opina: "Los preocupados gobiernos occidentales centrarán su atención, como es natural, en la condena de Estados Unidos e Israel por parte de Mahmud Ahmadineyad, en su postura inflexible en el tema atómico y en su identificación con aquellos fanáticos religiosos que están convencidos de poder exportar la revolución islámica al corrupto Medio Oriente. Pero no es su poder lo que debería causar preocupación, porque éste no es muy amplio, sino el hecho de que su elección pone de manifiesto la falta de un contrapeso moderado al máximo líder religioso, Ali Jamenei. Las intenciones de Irán deberían volverse ahora más evidentes, pero serán poco alentadoras."

Fracaso europeo

Die Presse, de Viena, apunta: "La política europea con respecto a Irán, basada en la ilusión de que se puede reformar el Estado de los mullahs, ha fracasado. Se ha desmoronado la fachada reformista que erigió el presidente saliente, Mohamed Jatamí, que tranquilizaba la conciencia de Europa. La elección de Mahmud Ahmadineyad vuelve a mostrar sin maquillaje el rostro de la república islámica. Ahora la situación es clara. Esta obra de teatro proseguirá en adelante en el escenario conservador. Y en el programa se anuncia una tragedia: la pugna en torno al programa atómico iraní."

Ahmadineyad y Chávez

La Stampa, de Turín, escribe: "Transcurridos 15 años y 2 guerras desde el inicio de una ofensiva política dirigida a asegurar completamente la cobertura de sus propias necesidades de petróleo, Washington se encuentra ahora simultáneamente con dos estados petroleros en manos de líderes populistas y nacionalistas. La elección presidencial iraní saca a la luz una nueva línea, que comunica a dos países muy distantes: Irán y Venezuela. El vínculo no es fácil de advertir a primera vista, debido a las enormes diferencias entre ambos estados, pero existe en lo sustancial: el conservador religioso Mahmud Ahmadineyad y el golpista militar socialista Hugo Chávez cabalgaron hacia el éxito en la misma ola: una corriente populista, en cuyo centro se encuentra el petróleo."

Halcones satisfechos

El Tagesanzeiger, de Zurich, comenta: "El inesperado triunfo de Mahmud Ahmadineyad en Irán les viene bien a los halcones de Washington. Consideran que el alcalde conservador de Teherán será más predecible de lo que hubiera sido el voluble Akbar Hachemi Rafsanyani. (...) Círculos conservadores de Washington esperan que la política exterior de Ahmadineyad sea menos conciliadora que la de su antecesor. Eso echaría agua en sus molinos y justificaría una actitud aún más dura frente a la república islámica."