También la policía se prepara
1 de junio de 2004Tanto los equipos como los aficionados cuentan los días que los separan de la Eurocopa 2004. También las fuerzas de seguridad en Europa se preparan para el evento deportivo, pero de muy diferente manera.
El espectáculo en sí promete dramatismo puro en los estadios, pasión y extasis. Pero la amenaza que supone la presencia de notorios hooligans de algunos de los países con más decidida tradición en la materia puede transformarse en el momento menos pensado en una erupción de violencia.
En la última Eurocopa, disputada en el 2000 en Bélgica y los Países Bajos, 850 aficionados, en su mayoría ingleses, fueron arrestados luego de armar bataholas en los centros de Bruselas y Charleroi.
El hooliganismo en el fútbol, conocido y temido como la "enfermedad inglesa", ha encontrado arrebatados émulos en varios otros países y desatado picos de violencia en cuatro de los pasados seis campeonatos europeos.
La perspectiva de que hooligans con tendencia a agredirse entre sí, como los de Ingleterra, Alemania y Holanda, se encuentren estos días en las calles de Portugal y las imprevisibles consecuencias que ello puede traer consigo han llevado a la policía a redoblar sus esfuerzos para desbaratar a grupos organizados y dispersar a individuos pendencieros antes de que comience la Eurocopa, el 12 de junio.
A los alemanes sospechosos se les prohíbe partir
Luego del relativo éxito de los controles fronterizos durante la última Eurocopa, la policía alemana ya anunció que unos 4.500 de los más conocidos hooligans del fútbol serán impedidos de siquiera trasladarse a Portugal este verano.
No obstante, a pesar de los esfuerzos alemanes en el último campeonato, hooligans lograron salvar los controles en número suficiente como para enfrentarse con aficionados ingleses en Bélgica. Durante la Copa Mundial disputada en 1998 en Francia, un grupo de hooligans alemanes golpeó al policía Daniel Nivel con una barra de metal y una tabla, dejándolo en coma durante seis semanas.
La policía cuenta con violencia
La policía alemana no se hace ilusiones con respecto a la tarea que le espera. "Contamos con que va a arribar un gran número de hooligans. En su mundillo existe un considerable interés en alborotar en la Eurocopa", dice Michael Endler, jefe del departamento de policía ZIS, con sede en Düsseldorf, encargado de vigilar a los hooligans.
Además de no dejar salir a los hooligans en dirección a Portugal, el ZIS enviará una unidad especial de policías "que conoce ese mundillo" para que se mezcle con grupos de alemanes sospechosos de hooliganismo y prevenir así la violencia durante el campeonato.
La policía teme que la relativa proximidad de Portugal puede llevar a los hooligans a intentar viajar al campeonato utilizando vías más "seguras", por ejemplo las autopistas, en tanto los aeropuertos, puertos y las estaciones de ferrocarril estarán vigiladas por agentes de civil, listos para detener y mandar a casa a todo hooligan conocido que aparezca por allí.
Alemania y Gran Bretaña prometen apoyo
Otto Schily , el ministro del Interior, responsable también del deporte, prometió a Portugal todo su apoyo para combatir eventuales brotes de violencia durante la Eurocopa 2004.
También Hazel Blears, su homólogo británico, aseguró al gobierno de Portugal que su país están haciendo todo lo posible para mantener a sus hooligans alejados de la Eurocopa 2004.
Los británicos ya han resuelto impedir un eventual viaje a Portugal de 2.500 hooligans reteniéndoles el pasaporte mientras dure el campeonato.
Un operativo sin precedentes
Las policías alemana y británica enviarán a 118 funcionarios a trabajar con colegas portugueses en una de las acciones más amplias y caras contra el hooliganismo en la historia de la Eurocopa y el mayor operativo de seguridad jamás llevado a cabo en Portugal.
El gobierno de Portugal ha gastado unos 16,5 millones de euros en nuevos equipos para 50.000 policías, incluyendo 150 nuevos vehículos, unidades lanzaagua, cachiporras, equipo antidisturbios, aerosoles de pimienta y perros de policía.
Los organizadores ya han cambiado dos partidos de la primera fase con la participación de Alemania, Inglaterra y Holanda a ciudades mayores, para que la persecución policial de alborotadores sea más fácil.
La policía preparada para todo
El general Leonel Carvalho, jefe de la seguridad durante el campeonato, ha dicho que sus fuerzas aplicarán una táctica de dureza gradual. "Va de súper blanda y medio blanda a dura y agresiva", agregó.
El municipio de Lisboa, en la que se disputarán los partidos de apertura con participación de Alemania y Holanda, ha dejado sin efecto las vacaciones de policías durante los partidos finales y empleará a unos 2.000 policías más para garantizar la seguridad.
A unos 2.000 policías se los ha entrenado expresamente para hacer frente a las alternativas del torneo en las calles. Irán armados, tendrán cachiporras y podrán usar perros y aerosoles de pimienta para controlar a los aficionados desacatados. Algunos de ellos reforzarán a los policías locales de los balnearios a lo largo de los 724 kilómetros de costa, donde seguramente pernoctará la mayoría de los visitantes.