Siete meses tardó la falsificación "perfecta"
1 de agosto de 2002
Tarde o temprano el ciudadano europeo tuvo que confrontarse con esta mala noticia. Ayer todavía, el Banco Central Europeo (BCE) declaró que desde su entrada en circulación el pasado enero, se habían detectado "sólo" 22.000 billetes de euros falsificados. Una cifra que supone menos del 7% del número total de billetes falsos en las antiguas monedas nacionales de la eurozona, confiscados durante el mismo periodo del 2001.
El BCE consideraba en su comunicado que esta cifra indicaba que la falsificación del euro había sido "muy escasa", aunque reconocía que recientemente parecía "haberse incrementado ligeramente". Sólo un día más tarde nos vemos obligados de tachar la palabra "ligeramente".
Éxito en Alemania
La policía alemana presentó hoy en una rueda de prensa su mayor éxito en la búsqueda de billetes falsificados. Las autoridades arrestaron a cuatro falsificadores (2 alemanes y 2 italianos) en diferentes partes de Alemania y confiscaron 214.000 euros falsificados. Un portavoz de la policía declaró que en las casas privadas de los delincuentes se habían encontrado billetes falsos de 50, 100 y 500 euros.
Con esta noticia, el tiempo de la inocencia en los bolsillos del ciudadano europeo parece pertenecer definitivamente al pasado. Muchas esperanzas se habían cifrado en las medidas para impedir que se falsificara la nueva moneda europea.
Hasta la fecha, las falsificaciones detectadas eran de una calidad inferior y no pasaban de ser, en algunos casos, imitaciones burdas cuya falsedad se podía apreciar a simple vista. Algunos han llegado incluso a imprimir billetes de 300 euros que no existen.
Falsa seguridad
En Alemania se registraron las primeras falsificaciones "casi perfectas" el último fin de semana. En los billetes de 50 euros, procedentes de Francia, los expertos "elogiaron" la calidad del hilo metálico de seguridad y aconsejaron fijarse más en los otros elementos distintivas: la holografía de la derecha o el dibujo que sólo se ve a contraluz de la izquierda.
En el caso de los billetes de 50, los falsificadores cuentan con que los usuarios, ya que están acostumbrados al mismo, no le presten mucha atención cuando lo reciban y no se fijen en los detalles que permiten detectar que no es auténtico.
Las cifras del BCE confirman esa preferencia. Entre los 22.000 euros falsos registrados en los primeros seis meses del 2002, los billetes de 50 constituyen un 65%.