Con la llegada del frío en Ucrania, los ataques aéreos de Rusia amenazan con destruir viviendas y dejar sin electricidad, justo cuando la gente necesita refugio y calor. Aunque se han asignado fondos para reconstruir viviendas, el progreso es lento y algunas familias enfrentan su segundo invierno sin un lugar cálido donde cobijarse.