Chile es el segundo productor mundial de salmón, con más de un millón de toneladas al año. Aunque la industria genera empleo y exportaciones, el impacto ambiental que causa la acuicultura preocupa: la contaminación de ríos y lagos, el uso de antibióticos y el daño a ecosistemas protegidos, han puesto a este sector tan poderoso en el centro del debate.