En la madrugada del miércoles Rusia lanzó una ataque aéreo masivo contra Ucrania con más de 700 drones y misiles Kinzhal e Iskander. Según denunció el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se trató del mayor ataque desde el comienzo de la guerra. La fuerza aérea ucraniana afirmó haber interceptado 711 drones y destruido siete misiles. Rusia asegura que el objetivo fueron aeródromos militares ucranianos. Esta nueva ola de ataques llega después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que enviará "más armas" a Kiev para que pueda defenderse.