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Rumania: denuncias de fraude empañan elecciones presidenciales

22 de noviembre de 2009

Las quejas provienen de partidos políticos. Nuevo presidente tendrá que recuperar confianza de prestamistas y la Comisión Europea, así como de los inversionistas esquivos por inestabilidad política y falta de reformas.

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Elecciones decisivas en Rumania.Imagen: picture-alliance/ dpa

Las denuncias de fraude provienen de los principales partidos de Rumania, el Partido Socialdemócrata (PSD), el Partido Democrático Liberal (PDL) y el Partido Nacional Liberal (PNL), pero también de medios de comunicación y de particulares. La policía informó que multó a dos votantes a los que descubrieron fotografiando con sus teléfonos móviles su papeleta marcada con una cruz, una práctica común en la compra de votos, que permite al votante presentar la foto como prueba de voto y cobrar así el dinero acordado con el partido en cuestión.

El periódico digital hotnews.ro también denunció masivas operaciones de compra de votos orquestadas por los tres grandes partidos, que pusieron coches a disposición de los votantes presuntamente sobornados para trasladarlos hasta las urnas. La policía colocó cientos de puntos de control por todo el país para interceptar autobuses que transportaran "turistas electorales". El llamado "turismo electoral" es posible en Rumania, porque las votaciones no están sujetas a las circunscripciones correspondientes al lugar de residencia del electorado.

Reformas a justicia y economía dependen de elecciones

Sondeos dicen que presidente Traian Basescu (centro), tiene un respaldo del 35%; su rival de izquierda Mircea Geoana 30% y Crin Antonescu 18%. Si se va a segunda vuelta, sería el 6 de diciembre.

Esta elección es considerada clave para revivir las reformas a la justicia y la economía, y solucionar una crisis de Gobierno que ha postergado la entrega de ayuda del Fondo Monetario Internacional. Sin la pronta formación de un nuevo Gobierno y una renovada campaña de modernización, Rumania podría no recuperarse rápidamente de la recesión y podría retrasarse en comparación a otros estados del ex bloque soviético que se han sumado a la Unión Europea.

El nuevo presidente jugará un rol clave en el proceso de reforma al nominar al nuevo primer ministro, quien tendrá la tarea de reemplazar a la coalición de centro-izquierda que colapsó en octubre de 2009 en medio de disputas internas.

Tres años para reducir gasto público

Quienquiera que forme el nuevo Gobierno tendrá tres años libres de elecciones para reducir el enorme gasto público y limpiar a una clase política manchada por acuerdos oscuros y cohecho. Su principal tarea será recuperar la confianza de los prestamistas internacionales, incluido el FMI y la Comisión Europea, y restaurar la confianza de los inversores dañada por la inestabilidad política y el retroceso en las reformas.

Las amplias reformas son vitales y 20 años después del fin del Gobierno comunista, el país balcánico de 22 millones de habitantes es uno de los más pobres y más propensos a la corrupción de la Unión Europea. Se espera que la economía se contraiga un 7 por ciento en el 2009, millones de rumanos viven con menos de 100 euros (149 dólares) al mes y ningún funcionario de alto rango acusado de corrupción ha sido condenado.

Aunque Basescu y Geoana dicen que mejorarán las relaciones el FMI y cumplirán rápidamente sus exigencias para la ayuda, analistas dicen que las reformas se estancarán si los Social Demócratas (PSD) de Geoana forman el nuevo gabinete. Basescu buscará a un primer ministro del centrista Partido Liberal Demócrata, que ahora dirige el Gobierno provisional. "Si (...) Geoana gana la presidencia, las expectativas de un gobierno dominado por el PSD aumentarán, lo que sugiere una relación más complicada con el FMI y la UE", dijo Jon Levy del grupo de expertos Eurasia Group.

Rumania en la vía a un Estado (más) democrático

Por primera vez la elección presidencial en Rumania tiene lugar un año después que las elecciones parlamentarias. En 2004 el mandato presidencial se alargó de cuatro a cinco años, para así separar temporalmente ambas votaciones y procurar con ello que la elección parlamentaria cobrase peso propio.

Hasta entonces, su resultado había sido fuertemente influido por los candidatos a la presidencia. Como consecuencia de esta separación, hace dos años reina en Rumania un clima de campaña electoral, alimentado por un presidente que "actúa" y "juega".

Para el día de la elección presidencial Basescu convocó un referéndum sobre una reducción del Parlamento. El resultado de esta consulta popular no es vinculante, jurídicamente, aunque debería aportarle a Basescu algunos puntos a favor, a pesar de todo. Se trata de un rechazo compartido por la población y el presidente: el Parlamento, supuestamente corrupto e inactivo, se encuentra entre las instituciones más impopulares de Rumania.

Autor: José Ospina /dpa/ fp

Editor: Enrique López Magallón