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Refrendan coalición roja en Mecklemburgo-Antepomerania

22 de septiembre de 2002

A diferencia del prolongado suspenso en los comicios a nivel nacional, las elecciones regionales del estado de Mecklemburgo-Antepomerania, en el Este de Alemania, arrojaron una clara victoria para la socialdemocracia.

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Ringstorff, reelecto primer ministro de Mecklemburgo-Antepomerania.Imagen: AP

Las regiones germano orientales, que pertenecieron a la extinta República Democrática Alemana, siguen siendo caso aparte, desde la reunificación del país. Una de sus peculiaridades radica en que allí ha sido posible formar coaliciones de gobierno locales con la participación del Partido del Socialismo Democrático (PDS), derivado del partido que monopolizó el poder en el antiguo régimen comunista del Este. Mecklemburgo-Antepomerania fue el primer estado en romper el tabú de una alianza con el PDS, donde ese partido participa desde 1998 en el gobierno, dirigido allí por la socialdemocracia.

Contra la corriente nacional

El primer ministro, Harald Ringstorff, recibió este domingo un espaldarazo del electorado local, en unos comicios que pasaron casi inadvertidos en medio del fragor de los escrutinios nacionales. Contra la corriente nacional, los socialdemócratas mejoraron sus resultados. En consecuencia, podrán seguir al frente del gobierno del estado, pese a las pérdidas sufridas por los comunistas renovados y pese a que hace menos de dos meses los conservadores encabezaban las encuestas.

Los problemas persisten

Por lo visto, fue la tragedia de las inundaciones la que inclinó allí la balanza a favor del gobierno actual, haciendo pasar a segundo plano la discusión sobre los problemas de la región, que no son pocos. Comenzando por el desempleo, que Ringstorff no logró combatir con éxito. Este es pues el mayor desafío para el próximo período, en que la coalición se propone además mejorar la infraestructura y fomentar la investigación científica, considerada un motor para la economía.

Cumplir estos propósitos, sin embargo, no será nada fácil, en vista de que el dinero escasea. Con un presupuesto de aproximadamente 7.500 millones de euros, Mecklemburgo-Antepomerania tendrá que apretarse el cinturón a medida que se reduzcan las cuantiosas subvenciones que venía recibiendo de Berlín y Bruselas.