La tecnología de reconocimiento facial lleva mucho tiempo activa, tanto en los smartphones como en la lucha contra la delincuencia. Pero cuando un Estado la utiliza para vigilar a sus ciudadanos, se convierte en un instrumento peligroso.
¿Puedo usar cadenas de bloques en mi vida diaria? ¿La inteligencia artificial podría acabar con mi puesto de trabajo? Y, ¿cómo funciona el aprendizaje automático?