Prohibir el ultraderechista NPD, ¿un caso perdido?
5 de diciembre de 2012
Sobre este tema se ha discutido largamente, y este miércoles, 5 de diciembre, los 16 ministros del Interior de los estados federados de Alemania reunidos en Berlín acordaron de manera unánime la presentación de una nueva solicitud de proscripción del ultraderechista Partido Nacional Democrático Alemán (NPD, por sus siglas en alemán) ante el Tribunal Constitucional de Karlsruhe. Condición previa para ello es una recomendación del Ministerio alemán del Interior. El Gobierno de Berlín, sin embargo, no dejó aún en claro si adherirá a la solicitud.
En la actualidad, el NPD está representado en dos parlamentos regionales, en Mecklemburgo-Pomerania Occidental y Sajonia. El primer intento por prohibir el NPD ocurrió en 2003 y fracasó porque el juez puso en duda la credibilidad de las pruebas, obtenidas gracias a altos funcionarios del partido que eran, a la vez, agentes encubiertos del Estado. La verdadera identidad de esos agentes se mantuvo bajo reserva, pues el servicio secreto protege a sus fuentes.
Escepticismo
Para mejorar las posibilidades en un posible segundo intento, las autoridades tomaron la decisión durante la primavera de “apagar” -como se dice en la jerga de inteligencia- a los agentes encubiertos. Además, han recopilado gran cantidad de información de fuentes libres, como sitios de internet o apariciones públicas, que demostrarían la hostilidad del partido hacia el orden constitucional. Se han reunido mil páginas, según reportes de medios de prensa.
Si bien los estados federados también podrían presentar solicitudes de prohibición en contra del NPD ante el Tribunal Constitucional, los proponentes prefieren hacer causa común con el gobierno federal y el Parlamento, para dar una señal política potente. Pero la ministra federal de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger (FDP), no ve con buenos ojos todo esto y advierte que un fracaso reforzaría las convicciones del NPD. Comprobar que ellos actúan contra el orden democrático es algo difícil. Y esa es, conforme a la ley fundamental, una condición para prohibir un partido.
El politólogo Gero Neugebauer comparte ese escepticismo. Debe haber evidencia de esas actividades antidemocráticas “en palabra y obra”, dice a DW. “Sería la comprobación de que los objetivos del NPD se deben imponer por la fuerza”, dice Neugebauer, quien también está convencido del carácter anticonstitucional del partido. Ellos propugnan la xenofobia, el antisemitismo y el chovinismo. “Su relación con la democracia es oponerse a ella”, afirma el politólogo de la Universidad Libre de Berlín.
El rol clave de la Corte Europea
Si este segundo intento se pone en marcha y finalmente el NPD es prohibido, el partido tiene la intención de recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, que es el último recurso que contempla la ley cuando un partido político es proscrito. El principio rector del tribunal de Estrasburgo es la Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales. Lo que está en discusión es la libertad de expresión y asociación.
El Parlamento Alemán hizo revisar en 2007 sentencias de los jueces europeos, para cotejar fallos anteriores. Hay uno donde un partido fue acusado de “buscar objetivos políticos antidemocráticos”. Fue el partido turco “Bienestar”, que entonces tenía en todas las encuestas la mayoría, algo que el NPD ni siquiera puede soñar. En los sondeos, los ultraderechistas alemanes sigues teniendo menos del uno por ciento de los potenciales votantes.
Precisamente por ello es concebible que ocurra la paradoja que horroriza a los escépticos: que el Tribunal Constitucional Federal declare al NPD políticamente muerto y que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos lo reviva. No debe extrañar, entonces, que los políticos se hayan tardado tanto en hacer la solicitud de prohibición.
Autor: Marcel Fürstenau / DZ
Editor: Enrique López