Por qué el discurso de odio se penaliza en Alemania
20 de febrero de 2025En Alemania hay libertad de expresión. La Constitución alemana la garantiza en su Artículo 5. Sin embargo, en ese texto también se aclara que esa libertad tiene límites. Por ejemplo, cuando se trata de proteger a los más jóvenes, la esfera privada o el honor personal.
En particular, la protección del honor personal juega un papel importante en la tradición jurídica alemana, afirma el abogado Ralf Poscher, director del Instituto Max Planck para el estudio de la delincuencia, la seguridad y el derecho, en Friburgo.
"Esto proviene de la sociedad de clases, en la que esto era aún más importante. Y estos conceptos de honor, que también fueron adoptados por la burguesía, se han convertido en parte de nuestro sistema legal".
¿Se permite la calumnia?
En Alemania es un delito insultar a los demás. Tampoco se pueden difundir mentiras que los degraden. Esto significa que la libertad de expresión está mucho más restringida en Alemania que en Estados Unidos, afirma Nadine Strossen, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York. Strossen es expresidenta de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y está considerada como una estricta defensora de la libertad de expresión.
"La Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos es la ley nacional que más protege la expresión en el mundo”, dice Strossen. Porque prohíbe las leyes que restringen la libertad de expresión. Esto significa, explica, que los insultos y mentiras que dañan la reputación están cubiertos en gran medida por la libertad de expresión. "Incluso si se piensa que un mensaje es de odio, extremista, o que incita a la violencia, eso, por sí solo, nunca será suficiente para justificar su represión en nuestro país".
Prohibida la negación del Holocausto
El padre de Nadine Strossen sobrevivió al campo de concentración de Buchenwald. Sin embargo, la jurista afirma que también debería permitirse la negación del Holocausto.
En Alemania, es un delito penal negar públicamente el genocidio del régimen nazi contra los judíos. Esto entra dentro de la figura de la sedición. Cualquiera que incite al odio o la violencia contra determinados grupos étnicos, religiosos o nacionales puede ser castigado, según la ley alemana, con hasta cinco años de prisión.
La democracia se defiende ante el peligro
Expresar una opinión política sin discursos de odio sí que está permitido en Alemania, señala el jurista Ralf Poscher. "La libertad de expresión y de reunión protegen todo tipo de opiniones. También aquellas que están en los extremos del espectro político”.
Por eso son posibles en Alemania las marchas de grupos de extrema derecha. "Claro que no les está permitido traspasar el límite de la intimidación, los insultos, la degradación y cosas similares, pero sí propagar ideas anticonstitucionales", aclara.
Solo cuando los enemigos de la Constitución y el Estado de derecho se organizan de tal modo que pueden poner en peligro la democracia, el Estado puede combatirlos. Así, se pueden prohibir asociaciones y partidos políticos. La llamada democracia defensiva impide que Alemania vuelva a convertirse en una dictadura, como en la época del nacionalsocialismo, recalca Poscher.
¿Mejor ignorar que prohibir?
Para Nadine Strossen, todo eso tiene buenas intenciones, pero no nos acerca más al objetivo de proteger la dignidad humana. "Creo que este enfoque paternalista no sólo restringe la libertad individual, sino que, en última instancia, es ineficaz. La historia muestra que la mejor manera de llamar la atención sobre tu mensaje es esperar que alguien intente impedirlo", explica.
Strossen sostiene que el "preocupante ascenso" del partido alemán Alternativa para Alemania (AfD), en parte de extrema derecha, se produce a pesar de los intentos de castigar las declaraciones de odio. "Eso aumenta la atención, aumenta la simpatía, aumenta la sospecha y la desconfianza hacia los partidos establecidos”. Strossen cree que es mejor ignorar el odio y la agitación que prohibirlos. Las afirmaciones falsas se pueden refutar.
El debate sobre los límites de la libertad de expresión se ha intensificado desde el auge de las redes sociales. Permiten que todos expresen públicamente sus opiniones, pero también el odio y la agitación.
Según un estudio patrocinado por el Ministerio alemán de Familia, casi una de cada dos personas en Alemania ha sido insultada en línea. Una cuarta parte de los encuestados se enfrentaron a violencia física, y el 13 por ciento, a violencia sexual. El 55 por ciento de los encuestados dijeron que, como resultado, participaron menos en las discusiones.
Donde se ven senos, termina la libertad en EE. UU.
El jurista Ralf Poscher dice que en internet se produce a menudo un debate incivilizado "donde se degrada, se insulta y se persigue a la gente con una avalancha de comentarios de odio. Esto también lleva a que muchas personas ya no participen en el debate público". Pero esta es la base de una democracia viva. Por lo tanto, hay algo a favor de "insistir en cierta civilidad en el debate público”.
Strossen, por su parte, afirma que Alemania está más adelantada que Estados Unidos en materia de contenidos sexuales y desnudez. "Nosotros, los estadounidenses, somos notoriamente mojigatos." Mostrar los pechos de una mujer que amamanta provocaría la intervención de la censura en Estados Unidos, afirma.
(cp/ms)