Perestroika en Bremen: el caso de Carlos Alberto
14 de septiembre de 2007Werder Bremen aspiraba hacer sonar su nombre con gran resonancia en la escena internacional, con la contratación del volante brasileño Carlos Alberto. El objetivo se logró, lamentablemente de una forma diferente a la planeada: el nombre del club alemán, vinculado al de Carlos Alberto, está en la boca de todo el mundo pero el tema no es el fútbol, el tema es una investigación judicial.
Se trata de la Operación Perestroika, una de las más grandes investigaciones judiciales en Brasil por fraude, evasión de impuesto y lavado de dinero que extiende sus repercusiones en diferentes países, entre ellos Alemania, Inglaterra, Rusia, Suiza y Turquía.
El equipo alemán no es objeto de la operación ni sospechoso pero si dos allegados a él, su socio de negocios MSI (Media Sports Investment) y su nuevo jugador Carlos Alberto Gomes de Jesús.
En medio del escándalo
Con aproximadamente 8 millones de euros entró Werder en contacto con los principales actores de la Operación Perestroika; esa fue la suma pagada a MSI y/o al Club brasilero Corinthians por la adquisición de Carlos Alberto.
MSI es una firma inglesa con sede en Londres propietaria del Corinthians, equipo que compró en diciembre del 2004, cuyo fundador es el hombre de negocios de origen iraní Kia Joorabchain.
De él se sospechan vínculos estrechos con oligarcas rusos señalados internacionalmente por supuesto lavado de dinero, uno de ellos es Boris Berezovsky sobre quien recaen órdenes de captura en diferentes países.
El escándalo aterrizó en Bremen cuando Carlos Alberto arribó a Alemania ya era uno de los principales sospechosos en la investigación y la justicia de su país escuchaba desde hace más de un año sus conversaciones telefónicas.
Esas escuchas pretendían establecer si el jugador se había prestado durante su tiempo al servicio del Corinthinas a recibir pagos irregulares en cuentas en el extranjero con lo cual él evadía impuestos y los encargados de hacer los depósitos lavaban dinero.
Llamadas comprometedoras
Los primeros indicios llegaron tras una amenaza formulada a Carlos Alberto por su ex esposa Gisele. En un mensaje dejado en el contestador de su celular ella le advierte al jugador estar dispuesta a "contarlo todo".
Desde Bremen, donde lo alcanzó la noticia, el volante manifestó ser inocente y declaró no tener cuentas en el exterior. La Policía Federal del Brasil rebatió esta semana al futbolista revelando una conversación suya con un amigo en la que manifiesta su preocupación por las amenazas de su ex esposa y confiesa que "ella sabe de la cuenta en Suiza".
A Carlos Alberto, a quien esperan en Brasil para que rinda una declaración formal, le podrían condenar de 3 a 5 años de cárcel de ser encontrado
culpable. Al Bremen por su parte, le tocaría prescindir de la más costosa contratación de su historia.