Operación "Cielo Azul": espejismo de seguridad
29 de diciembre de 2005La "zona de seguridad" que Israel trazó en el norte de la Cisjordania para evitar que palestinos radicales disparen desde allí misiles, comprende las ruinas de tres asentamientos desalojados por los israelíes en las cercanías de la frontera y un terreno al oriente de ellas. La zona, que quedó abandonada después de 37 años de ocupación, se convirtió desde entonces en punto de atracción para extremistas palestinos que intentan lanzar misiles Qassam contra localidades israelíes al otro lado de la línea de demarcación.
Argumento cuestionado
Mediante volantes se advirtió a los habitantes de poblados palestinos vecinos que, a partir del miércoles por la tarde, se dispararía contra quienes entraran a la zona de exclusión. La advertencia se hizo efectiva y cerca de las 6 de la tarde, hora local, cayeron los primeros proyectiles israelíes en el área. La operación, que lleva el macabro nombre de "Cielo Azul", ha convertido el lugar en una especie de campo de tiro, fuera de las fronteras que reclama el propio Israel. Para los palestinos, el establecimiento de dicha "zona de seguridad" equivale a dar marcha atrás parcialmente a la retirada israelí de septiembre.
Sólo una minoría palestina acepta el argumento de la seguridad. El presidente Mahmud Abas ha exhortado reiteradamente a los sectores radicales de su pueblo a cesar los ataques con cohetes, dado que ellos ponen en peligro la normalización de la situación. Pero ahora lanza una recriminación similar a Israel, instándolo a volver al proceso de paz en lugar de incrementar la tensión.
¿Y el resto de la franja de Gaza?
De todos modos, la zona de exclusión difícilmente incremente la seguridad. El área en relativamente pequeña y, con sus dos kilómetros de ancho, no servirá de gran cosa para mantener los misiles Qassam lejos de los poblados israelíes. Estos misiles tienen un alcance de unos 10 kilómetros y, por lo demás, la experiencia del sur del Líbano demostró que las "zonas de seguridad" no constituyen una solución.
Si los palestinos lanzara cohetes desde otros puntos de la franja de Gaza e Israel reaccionara también allí con medidas similares, pronto no quedaría nada de ella. Porque la franja de territorio, de unos 45 kilómetros de largo, en la que vive casi un millón y medio de palestinos, tiene en su mayor parte apenas 5 kilómetros de ancho. No se requiere mucha fantasía pues para imaginar lo que ocurriría si la mita de ella fuera declarada zona de exclusión.
En cambio, si el gobierno de Sharon no planea seriamente aplicar esta estrategia en otros lugares de la franja de Gaza, la medida adoptada en el norte no es más que expresión de un activismo dictado por la campaña electoral, con el objeto de conseguir votos pero no seguridad.