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PolíticaBolivia

Observación Electoral de UE en Bolivia: confianza recobrada

20 de agosto de 2025

Bolivia ha recorrido un largo camino en busca de transparencia desde los anteriores comicios. DW conversó con el jefe de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea en Bolivia.

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Un grupo de observadores electorales de la Unión Europea en Bolivia, en las elecciones 2025.
Misión de Observación Electoral de la Unión Europea en Bolivia, durante las elecciones de 2025.Imagen: EU

"Creo que en Bolivia ha habido un desarrollo muy importante en la institucionalidad democrática, que ha dado sus frutos el domingo 17 de agosto”, dijo a DW Davor Stier, jefe de la Misión de Observación Electoral (MOE) que la Unión Europea (UE) envió al país andino. Con 120 veedores, desplegados por los nueve departamentos, la MOE ha podido calibrar y analizar a profundidad el proceso y el sistema electoral boliviano.

Al grupo de 32 observadores que llegaron al país el 25 de julio, se sumaron otros 50, dos semanas antes de los comicios. Para la jornada electoral misma se unió una delegación de Parlamento Europeo. 

"A diferencia de ocasiones anteriores, el Sistema de Resultados Preliminares (SIREPRE) ha funcionado perfectamente bien. Es cierto que al comienzo del proceso existían dudas; la confianza en el sistema había que restaurarla. En ello, la labor del Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha sido vital. Luego, el buen desempeño en el día de los comicios con el anuncio a tiempo y transparente de los resultados ha permitido recobrar la confianza de los ciudadanos en el sistema electoral”, sigue Stier.

Un largo camino

Volviendo la vista a las elecciones del 2019 y su repetición en el 2020 se ve la larga senda que ha recorrido la institucionalidad boliviana para asegurar que, así el jefe de la MOE, "no solo que los ciudadanos bolivianos puedan ejercer su derecho, sino que su voto sea contado y la voluntad expresada sea respetada”.

En esta inédita contienda electoral -la primera con una segunda vuelta- "si bien hubo incidentes aislados de violencia contra tres candidatos presidenciales, los bolivianos han dado muestra de un alto grado de civismo. Por ejemplo, aquí el voto es obligatorio, pero no lo es para los mayores de 70 años. Sin embargo, mucha gente mayor ha concurrido a votar”, afirma Davor Stier. "También en las zonas donde los candidatos evitaron hacer campaña y los periodistas tuvieron más difícil acceso -por ser zonas 'evistas'-, los ciudadanos acudieron a las urnas de manera ordenada y pacífica”, agrega.

De una campaña polarizada y de poca transparencia en la financiación se habla en el informe preliminar de la MOE; también de un acceso muy desigual a los medios de comunicación tradicionales. En redes sociales, en las campañas "desinformativas” se hizo un sofisticado uso de la inteligencia artificial, algo para lo que el TSE ni estaba preparado para monitorear ni contaba con regulaciones adecuadas, se constata en el informe.

Por otro lado, aunque Bolivia es un ejemplo de paridad en la Asamblea, en la carrera presidencial las mujeres estuvieron ausentes. La única candidata se retiró de la contienda aduciendo "acoso político”. Una falencia destacada en el informe es que la Ley de Organizaciones Políticas confina a las organizaciones indígenas a una participación regional, restringiendo un derecho que les concede la Constitución de Bolivia.

El voto nulo del expresidente Evo Morales

En cuanto a los resultados mismos, la campaña del expresidente Evo Morales, a favor del voto nulo debido a que él resultó descalificado, logró un 20 por ciento de votos.  "Es un número considerable, mucho mayor de lo que ha sido el voto nulo en ocasiones anteriores. Si bien no se puede atribuir toda esa cantidad de votos a la convocatoria del expresidente Evo Morales, seguramente una mayoría de esos votos nulos responden a aquellos que, ejerciendo su derecho al voto, mostraron su protesta anulándolo”, explica el jefe de la MOE.

No obstante, subraya, "hay que tener en cuenta entonces también que un 80 por ciento de las ciudadanas y los ciudadanos bolivianos decidieron ejercer su derecho con un voto válido. Tanto Rodrigo Paz como Jorge Quiroga, han obtenido, cada uno, en la primera vuelta una cantidad mayor de votos que los nulos. Con esto, ni la legalidad ni la legitimidad de su entrada a la segunda vuelta se puede poner en tela de juicio”, afirma Stier.

Es más, "esta vez no hubo acusaciones de fraude, lo que ha evitado las difíciles situaciones vividas en comicios anteriores”, constata el jefe de la MOE, satisfecho del sistema puesto en marcha por el TSE. "Los resultados preliminares coinciden con las encuestas a boca de urna y con los cómputos rápidos. El sistema ha sido transparente y ha garantizado que la voluntad expresada sea respetada”, resalta.

Observadores, bienvenidos

La presencia de unos 3.000 observadores nacionales e internacionales -la OEA y la Unión Europea- aportaron también a la transparencia. "Tanto yo como miembros del equipo de observadores nos hemos encontrado con mucha calidez entre la ciudadanía boliviana”, cuenta Stier, recalcando que la MOE de la UE fue invitada por el gobierno de Bolivia. "En los recintos electorales se han acercado votantes a agradecernos nuestra presencia”, añade.

Por último, análisis previos a los comicios hablaban de una "desafección política” del ciudadano en una Bolivia aquejada por la crisis. Pero, contrariamente, lo que el jefe de la MOE se lleva consigo es "un fervor democrático”. 

En su opinión, el mayor desafío que tendrá la segunda vuelta, el 19 de octubre, es precisamente conservar ese talante. "Fue realmente emocionante visitar el centro de cómputo del SIREPE y ver tanta cantidad de jóvenes bien preparados, procesando todos los datos y sabiendo que están haciendo algo muy importante por el país”, afirma Davor Stier, con la vista puesta ya en la observación electoral de la segunda vuelta.

(cp)