Nuevo dúo al frente de IG Metall
31 de agosto de 2003Grandes son los planes de Jürgen Peters quien anunció una lucha contra la Agenda 2010, el programa de reformas de los sistemas de protección social impulsado por el Gobierno.
Peters, de 59 años, era hasta ahora vicepresidente interino del sindicato, después de que el veterano Klaus Zwickel dimitiera a finales del pasado mes de julio, y asciende ahora a la presidencia con el 66,1 por ciento de los votos.
Ese resultado es mucho menor que los valores alcanzados en distintas votaciones por Zwickel, cuyo respaldo dentro del sindicato rondó durante su presidencia el 90 por ciento.
Contra el cinismo social
Los 598 delegados sindicales que participan desde el viernes en el congreso de IG Metall en Fráncfort eligieron asimismo al jefe del sector de Baden-Württemberg, Berthold Huber, como vicepresidente.
Tras su elección, Huber criticó la Agenda 2010, en concreto la reforma de la sanidad y las pensiones, y rechazó la idea de establecer la edad de jubilación a los 67 años.
En referencia a los trabajadores de más de 60 años, Huber indicó que quien castiga a estas personas con más años después de haber trabajado 40 o más es un cínico social. Añadió que ante una política como esa hay que poner resistencia.
Un grito de guerra
El congreso puso de manifiesto las dificultades financieras que atraviesa esa central obrera. Se anuncio que el déficit de este año alcanzará los 8,4 millones de euros ante una fuga de afiliados que parece imparable. El sindicato anunció que intensificará su lucha contra los recortes sociales previstos en las reformas del Gobierno del canciller Gerhard Schröder. Peters indicó que los sindicatos responderán con movilizaciones masivas si se intenta reducir la autonomía de los comités de empresa, parte esencial de la vida sindical y del estado social alemán.
El congreso se convocó en primer lugar para dirimir la grave crisis interna causada por la derrota del sindicato en la huelga del pasado mes de junio, convocada para reclamar para los trabajadores del Este de Alemania las 35 horas semanales de que disfrutan sus compañeros del Oeste. Peters manifestó que no abandonará la reivindicación de las 35 horas semanales para los metalúrgicos del antiguo territorio germano-oriental.