Antes eran doce millones, hoy casi llegan a los 70000. La cantidad de Kiwis en Nueva Zelanda se a reducido drásticamente. Las ratas son su principal amenaza al invadir sus nidos subterráneos y matarlos junto a sus grandes huevos. Voluntarios y voluntarias intentan ayudarles recolectando y incubando sus huevos, una de ellas es Bronnie Kennedy, una maestra jubilada. Ella dice: "Los Neozelandeses nos autodenominamos Kiwis. Seríamos muy tontos si nos quedáramos mirando como desaparecen los pájaros". Por eso se interna junto a otros voluntarios en la maleza buscando huevos de Kiwi. El problema es que no son fáciles de encontrar. El reportero de DW Joel Dullroy les acompañó.