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"No habrá unión por amor"

26 de septiembre de 2005

La búsqueda de una coalición gobernante tras los parejos resultados electorales en Alemania es comentada, no sin críticas, en los editoriales de la prensa europea.

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Gerhard Schröder y Angela Merkel.Imagen: AP

Politiken, diario liberal danés señala: "La situación parlamentaria en Alemania es motivo de preocupación en el país mismo y en el extranjero. Analistas serios hablan de un país sacudido por una crisis tal que abre la discusión sobre un cambio en el sistema electoral alemán. (…) En realidad los políticos alemanes necesitan un par de días o semanas, para adecuarse a la nueva situación. (…) Los electores fortalecieron tanto al ala izquierda enemiga de reformas, como a los reformistas liberales del Partido Demócrata Liberal (FDP). Esto significa que la velocidad de las reformas estará determinada por la capacidad del Partido Socialdemócrata alemán de ponerlas en marcha. Esto no es ninguna catástrofe democrática y son totalmente equivocadas las comparaciones con la República de Weimar, cuando los partidos democráticos carecían de mayoría. Pese a ello las sombras de Weimar son explicables. Ahora los alemanes se muestran preocupados sobre el desenlace de una decisión electoral tibia cuyo resultado tendrán que sufrir ahora."

Matrimonio de conveniencia

Luxemburger Wort, de Luxemburgo, escribe: "Después de considerar toda alternativa posible y desecharla, se abre en Alemania el camino hacia una gran coalición. Tras una semana de sondeos, los dos grandes partidos, la socialdemocracia alemana (SPD) y los cristianodemócratas (CDU), se lanzan a lo inevitable, algo que parecen favorecer mayoritariamente los votantes. De otra manera la única opción posible, además de convocar a nuevas elecciones, sería un gobierno de minoría cuyo sostén sería por lo demás endeble. Precisamente de cara a las profundas reformas necesarias en Alemania es imprescindible un gobierno estable durante todo el período legislativo. Un gobierno con una gran coalición seguramente tendrá momentos emocionantes. Ambos partidos tendrán que eliminar considerables puntos de sus programas y ya que tanto CDU como SPD, perdieron votantes en los pasados comicios no pueden hacer gala de ostentaciones ante sus simpatizantes. Todo indica que en Berlín no habrá una unión por amor sino un matrimonio de conveniencia."

El error de Köhler

Die Presse, de Viena, advierte: "No se ve a un gobierno capaz de perseguir consecuentemente y con tenacidad sus objetivos. Que esto es precisamente lo que Alemania necesita es la única certidumbre que tienen en común los rivales cinco o seis partidos políticos (emergentes de los comicios). Así es la política. De haber habido una clara mayoría en las elecciones anticipadas, entonces el presidente alemán hubiera sido elogiado por disolver anticipadamente el parlamento. Fue una decisión riesgosa, que salió mal. Köhler no tenía porqué haberla tomado y la tomó. Ahora el presidente se deja que lo golpeen por haber cedido tan fácilmente a la petición de elecciones anticipadas por Gerhard Schröder. Como quien dice Köhler es un perdedor, un pasguato. Todavía le quedan cuatro años en el cargo, pero en realidad el hombre ya no es querido por la población".