"No a la guerra, no a la mentira"
20 de marzo de 2004No fueron las impresionantes multitudes de hace poco más de un año las que salieron hoy a las calles, en diversas ciudades del mundo, en el primer aniversario de la guerra contra Irak. Pero cientos de miles de personas respondieron al llamado de diversas organizaciones y grupos pacifistas, para protestar por la intervención militar y, sobre todo, por los argumentos falaces con que la justificaron los gobiernos de Washington y Londres.
"La hora de la verdad"
"No a la guerra, no a las mentiras" fue el slogan que congregó a los manifestantes en la capital británica, donde dos activistas de Greenpreace lograron treparse al Big Ben, en un gesto más que simbólico: "La hora de la verdad", rezaba el lienzo que desplegaron bajo el reloj, en lo alto de la torre, para zozobra de los encargados de seguridad que se hallaban en estado de alerta tras los atentados de la semana pasada en Madrid. "Es hora de que nos digan la verdad de por qué han tenido que morir miles de personas en una guerra que el mundo no quería", señaló el jefe de la organización ecologista, Stephen Tindale. A su juicio, pese a que Irak no constituía peligro alguno para Gran Bretaña o Estados Unidos, Tony Blair se sumó a la guerra "sólo porque dio más importancia a su relación con George Bush que al derecho y a su propio electorado".
En Roma la población reprochó masivamente a su gobierno el haber secundado la intervención bélica en Irak, donde se encuentran actualmente estacionados 3000 soldados italianos. Cientos de miles de personas protestaron en la ciudad eterna en el primer aniversario de la guerra, en la mayor de las manifestaciones registradas en Europa. También fueron cientos de miles los que protestaron al atardecer en Madrid y Barcelona.
Paz y justicia social
En Alemania se produjeron manifestaciones en múltiples ciudades. En Berlín fueron cerca de 1.600 los manifestantes que acudieron a la marcha por el centro de ciudad, con el lema "Contra la Guerra y la Ocupación". Los organizadores señalaron que la protesta apuntaba también contra la militarización de la Unión Europea y la transformación del las fuerzas armadas alemanas en un ejército de intervención que pueda actuar en cualquier lugar del mundo.
La marcha transcurrió pacíficamente en la capital alemana, en la que también se demandó justicia social. Según los dirigentes, este es un tema estrechamente ligado al de la paz ya que, quien destina cada vez más dinero al ejército, "al final se queda sin fondos para obras sociales, educación y salud".