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Ni el BCE para al euro

9 de enero de 2004

El BCE no alteró los tipos de interés y espera que el aumento de la demanda compense los efectos negativos de la fortaleza del euro, que el viernes volvió a registrar un nuevo máximo. La prensa europea comenta.

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Las desventajas de la fortaleza.

El diario alemán Frankfurter Rundschau escribe: "El BCE mantiene su principal tasa de interés en 2 por ciento. La decisión no hace feliz a empresarios y consumidores pues una tipo de interés menor abarataría los créditos bancarios y facilitaría tanto inversiones como consumo. (...)En Estados Unidos, la Reserva Federal estadounidense (Fed) exige sólo un uno por ciento, el nivel más bajo desde 1958. A la economía le beneficia esta medida. Hace unos días el gobernador de la Fed, Ben Bernanke, defendió esta política de tasas de interés bajas, a pesar de que la economía estadounidense ha logrado hace tiempo el giro hacia el crecimiento. En Eurolandia por el contrario el tipo de interés permanecerá por tiempo indefinido al doble del que rige en Estados Unidos. Esto seguirá impulsando a los accionistas a invertir en instrumentos basados en el euro. La carrera alcista de la moneda única continuará, la economía exportadora lo pagará muy caro."

Entre la espada y la pared

Le Républicain Lorrain

, periódico francés de Metz, escribe: "En su próxima reunión el BCE decidirá entre impulsar el crecimiento o combatir la inflación. Si la carrera ascendente del euro persiste hasta entonces, la pregunta no será si se requiere una intervención, sino qué tipo de intervención debe realizarse. Al indicar Jean-Claude Trichet que el recorte de tipos de interés no es el único medio del que dispone el BCE, sugiere su preferencia por una intervención directa en los mercados financieros. Esta opción, sin embargo, sólo puede ser efectiva si la Fed coopera. Sin embargo resulta difícil imaginar que se quiera impulsar el incremento del dólar, pues esto frenaría la recuperación de la economía estadounidense."

Crecen exportaciones a pesar del euro

El diario alemán Die Welt se pregunta: "¿Tenemos que preocuparnos por nuestra capacidad exportadora, a medida que el precio de los productos europeos se encarece por la fortaleza del euro? Trichet mantiene la calma, aun cuando habrá intuido que la decisión del BCE impulsaría aún más al euro. Calcula que el incremento de demanda a nivel internacional beneficiará a la industria europea. (...) Las estadísticas demuestran en el caso alemán un fuerte incremento de las exportaciones en 2003, aun cuando ya entonces había comenzado la carrera alcista del euro. Desde hace muchos años se demanda un recorte de las tasas de interés, pero esta medida sólo tiene sentido para dar nuevo impulso a un mercado de divisas inseguro. Pero poco se puede lograr con un recorte de las tasas de interés contra un mercado tan decidido."

EEUU no reacciona

El periódico francés La Tribune escribe sobre la decisión del BCE: "La paciencia de los responsables del BCE parece llegar a su fin con el mismo ritmo con el que el dólar se desmorona desde hace unas semanas, es decir, cada vez con mayor velocidad. El grito de alarma del BCE es una señal evidente, pero no la única. El presidente del BCE se ha convertido en solista de un coro en Europa y Asia. Las acusaciones públicas, sin embargo, no parecen impresionar a los responsables políticos en Estados Unidos, que se benefician de las ventajas que representa para su economía una moneda subvaluada."