"Multilateralismo a la carta"
17 de febrero de 2003El tono hace la música, reza un dicho alemán que sintetiza la elemental sabiduría de saber tratar a los semejantes cuando se quiere lograr un objetivo común. Estados Unidos, como la mayor parte de las naciones del "mundo civilizado", se ha comprometido a combatir el terrorismo. Este consenso universal está siendo empero, socavado con la conducta de uno de los países más afectados: Estados Unidos.
"Fuera de área"
La actual polémica sobre guerra o paz evidencia dos de las razones del deterioro de la cohesión del principal club militar de Occidente. Ante la desaparición del "enemigo comunista" la OTAN adoptó – como tarea suplementaria - la lucha contra el terrorismo por medios militares. La intervención "out area" , por lo demás, la tarea más controvertida de la alianza por su dudosa compatibilidad con el derecho internacional, genera las mayores disencias.
"Quien no está con nosotros, está contra nosotros". Esta simplista doctrina bushiana ha demostrado ser el mejor instrumento para corroer la loable unión lograda tras los condenables actos terroristas del 11 de septiembre de 2001.
¡No es no! ...por ahora
El categórico no a un "desarme armado" de Irak no sorprende ante la ruda política de desplantes de Washington que le precedieron... y le subsiguieron. "Berlín, Paris y Bruselas se sienten tratados como vasallos por los halcones de Bush", dice Jochem Bölsche en la revista hamburguesa Der Spiegel. En la desesperada búsqueda de aliados en la campaña contra el terror, el Gobierno de Bush dejó de lado a sus colegas de la OTAN y prefirió cerrar toda suerte de pactos bilaterales con promesas financieras o políticas de dudosa índole. Un ejemplo: EE.UU. no condenará la fabricación de la bomba atómica con la que Pakistán ha amenazado repetidamente a India, mientras Islamabad colabore con el lado estadounidense.
"Don't call me, I'll call you", ¡No me llames, seré yo quien te llame! Esta es la popular frase que retumba en las cabezas de algunos europeos cuando leen en el "Washington Post", de manos del reconocido columnista, Charles Krauthammer, que "George W. Bush no está dispuesto a hablar, y mucho menos a pactar con la OTAN, los objetivos de sus bombas". El Gobierno de Bush, contrario al de Bill Clinton, no es muy amigo de las consultas con segundos o terceros, así sean los miembros de la misma alianza de la que esperan respaldo.
La OTAN: ¿depósito y agencia de mano de obra?
No en vano Alemania, Francia y Bélgica consideran que los Estados Unidos están degradando a la OTAN a "un mero depósito de armas y agencia de personal" a los que se le pasan solicitudes de acuerdo a sus necesidades. Estrategas estadounidenses ya tienen para esta conducta un elegante nombre: "multilateralismo a la carta". El mismo secretario estadounidense de Defensa describe la nueva política de Washington con sus propios términos: "La misión es la que determina la coalición y no la coalición la misión".
Der Spiegel describe las preocupaciones del experto militar Martin Agüera que en un seminario organizado por la Fundación Hanns Seidel, del partido bávaro cristianosocial(CSU), el partido conservador alemán pro estadounidense por excelencia, sintetizó el nuevo tono que hace la música política exterior de Washington con un "Put up or shut up", ¡Diga sí o cállese!
La OTAN, como cualquier otra institución sólo puede ser tan fuerte como sus propios miembros lo quieran.