Merkel y el dilema turco
5 de octubre de 2006
La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, arribó hoy a Ankara en medio de señales que no podían ser más precisas. Antes de partir de Berlín, Merkel dijo que las negociaciones sobre el posible ingreso de Turquía a la Unión Europea serán conducidas de manera justa y abierta a soluciones. Al mismo tiempo, agregó que para Alemania y la Unión Europea "es importante que Turquía se atenga a sus compromisos y cumpla por completo los criterios de ingreso". En otras palabras, Europa pide un gesto incontrovertible por parte de Ankara para dejar atrás el estancamiento de las negociaciones.
La posición alemana
Contrario a los llamados hechos por representantes de la comunidad turca en Alemania, Merkel dejó en claro que no intervendrá para flexibilizar las exigencias europeas: de no haber un pronunciamiento claro y positivo por parte de Turquía antes de que finalice el año (por ejemplo, la apertura de los puertos marítimos y aéreos turcos a barcos y aviones grecochipriotas) la Unión Europea podría suspender parcialmente este proceso.
El tema ocupa la primera parte de la agenda de Merkel, quien se reunió con el primer ministro Recep Tayyip Erdogan. Al término del encuentro, la canciller manifestó su confianza en que "habrá solución a este difícil problema" e hizo un reconocimiento al gobierno turco. Según ella, las autoridades de Ankara "ven con buenos ojos la propuesta de solución hecha por Finlandia, país que preside el Consejo de Europa". Pronto sabremos si el optimismo se confirma en los hechos.
Diálogo entre culturas
Pero el viaje no se limita a esos plazos y dimensiones. En la segunda jornada de su periplo, la canciller alemana viajará a Estambul, acompañada de 20 representantes de la industria y el comercio germanos, en los ramos del turismo, la energía y el transporte.
La presencia de esta delegación no es menor, si se toma en cuenta que Alemania es el principal socio comercial de Turquía. En años recientes, el volumen del intercambio comercial entre ambas naciones ha aumentado de manera continua. De igual modo, dos mil empresas alemanas han sentado sus reales en tierras turcas, en una tendencia también ascendente. El año próximo, Turquía será el país socio en la Feria de Hannover.
Además de impulsar este intercambio, la canciller alemana aprovechará también para apuntalar otros temas menos terrenales como el diálogo entre las culturas. La canciller alemana participará hoy mismo en una ceremonia tradicional turca con motivo del Ramadán.
Mañana, Merkel se encontrará con Bartolomeo I, patriarca de la Iglesia cristiana ortodoxa, y más tarde hará lo propio con representantes de las comunidades musulmana, judía y apostólica armenia. Se trata, según interpretan algunos analistas, de una manera de propiciar el intercambio y la diversidad religiosa en Turquía. Alemania prepara de este modo la línea de acciones estratégicas con las que el año próximo presidirá el Consejo de Europa.