Más controles a la contratación ilegal
31 de agosto de 2004El sector de la construcción es uno de los ramos de la economía alemana más afectados por la llegada de inmigrantes ilegales. Con este tipo de contratación, muchos empleados aceptan trabajos que no están remunerados con el salario mínimo pactado para el sector y no están obligados a pagar sus obligaciones fiscales. Para controlar este tipo de prácticas laborales, el gobierno aprobó un nuevo sistema de control con la denominada Jobcard (tarjeta de trabajo).
Control en el lugar de trabajo
Los trabajadores de la construcción estarán obligados en todo momento a portar dicha tarjeta, en la que constaran sus datos personales , así como sus contribuciones al seguro social. El gobierno reguló la aplicación de la medida que deberá ser aplicada antes de 2006. Con este tipo de controles, el gobierno espera inspeccionar las situación de los trabajadores in situ, lo que facilitará el control sobre el trabajo ilegal y el salario mínimo.
El sindicato IG Bau calcula que unos 300.000 empleados trabajan como ilegales en la construcción, provocando un descenso de las contribuciones sociales de miles de millones de euros. Además, las arcas estatales ven disminuidos sus ingresos por la recaudación del impuesto sobre la renta a razón de 480 millones de euros anuales.
Salario mínimo garantizado
Para el director de la patronal alemana de empresas de la construcción, Michael Knipper, la caída de los sueldos en Europa se debe al gran aumento de la inmigración ilegal, que proporciona al empresario la ocasión para emplear a trabajadores por un salario más bajo. Knipper también defendió el acuerdo sobre el salario mínimo en la construcción: "Sin él, el sector de la construcción correría el peligro de que todos los trabajadores especializados se vieran en la calle a cambio de mano de obra barata procedente del este de Europa". Knipper se remitió así a las experiencias de 18 países de los 25 miembros de la unión Europea, que garantizan dicho salario mínimo.
Wolfgang Clement, ministro de Economía alemán, fue uno de los artífices de este acuerdo al que llegaron sindicatos y patronal el pasado 8 de julio. Clement ofreció al sector de la construcción la posibilidad de ser el pionero en el uso de la Jobcard. Con el acuerdo, la patronal defendió también la igualdad de condiciones por las que se regirán tanto empresas nacionales como extranjeras. En caso de contratación, las empresas estarán obligadas a emitir la tarjeta lo antes posible. Sin ella, no será posible trabajar, al menos, legalmente.
Knipper puntualizó también la posibilidad de extrapolar esta medida a otros sectores: "Un sueldo mínimo acordado por ley es una medida que tiene sentido en determinados sectores. Sin embargo, no es la solución absoluta para todos ellos". Alemania intenta superar así la crisis en el sistema social, con más medidas para controlar uno de los grandes problemas económicos del país, la contratación ilegal.