Los problemas de los revendedores

Apostados desde primera hora de la mañana en los alrededores del estadio de Hamburgo, los revendedores que intentaron colocar entradas que, en otras circunstancias habrían sido muy solicitadas, no tuvieron mucho éxito.

A las habituales reventas se sumaron numerosos grupos de seguidores con camisetas suizas, quienes se habían adelantado en previsión de que el equipo helvético obtendría el pase a cuartos y ya se habían hecho con una localidad antes de la disputa del partido ante Ucrania.

Así, en las inmediaciones del Volkspark, parque que rodea el estadio AOL de Hamburgo, se podía observar un curioso trasiego. Por una vez, los vendedores de entradas estaban más preocupados por colocar las suyas que compradores había.

Muy distinta fue la situación en el caso del clásico Alemania - Argentina. El estadio de Berlín estuvo lleno y resultó inútil buscar boletos. No había ni uno.

Quien esté dispuesto a pagar una buena suma aún puede encontrar boletos para la gran final. En el portal de Ebay se subastan, lo mismo que para el resto de los partidos. Quien quiera comprar todavía entradas para la gran final deberá pagar entre 3.400 y 5.900 euros según categoría.