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PolíticaFederación Rusa

Lo que se sabe de los niños ucranianos secuestrados en Rusia

8 de septiembre de 2025

El retorno a Ucrania de los niños deportados desde los territorios ocupados es un pilar fundamental para las conversaciones de paz.

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Dos menores de espaldas, envueltos con la bandera de Ucrania.
Aumenta la presión contra Rusia para que devuelva a los menores ucranianos trasladados a su territorio.Imagen: Hannibal Hanschke/AP Photo/picture alliance

En el verano de 2025, el destino de los niños ucranianos que Rusia trasladó desde el territorio ucraniano ocupado se ha convertido en el centro de las conversaciones de paz. Kiev exige, como condición previa para un futuro acuerdo para poner fin a la guerra, la repatriación de miles de menores.

El Kremlin, por su parte, niega el secuestro. "Ucrania está montando un espectáculo sobre el tema del 'rapto de niños'. No existen, son niños que han sido rescatados por nuestros soldados", declaró en junio el jefe negociador ruso, Vladímir Medinski.

Pero la presión sobre Rusia aumenta. En agosto, 42 países, el Consejo de Europa y la Unión Europea emitieron una declaración conjunta exigiendo el regreso inmediato de los menores, así como información sobre su paradero y el fin del cambio de identidad.

A esta petición se han sumado también senadores estadounidenses y Melania Trump, la esposa del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Mientras tanto, se manejan cifras diferentes sobre el número de secuestrados: algunos hablan de unos cientos, otros de hasta cientos de miles.

Ucrania mantiene la lista en secreto

El diario Wall Street Journal informó en agosto que han sido necesarios meses de presión política para que se abordara el tema de la repatriación de esos niños en las altas esferas del Gobierno de EE.UU.

Las iglesias evangélicas, que tienen gran influencia en el ala conservadora del Partido Republicano, han desempeñado un papel importante en este sentido. En abril de 2025, 40 destacados representantes eclesiásticos dirigieron un llamamiento a Trump y al secretario de Estado, Marco Rubio, para pedirles que dieran prioridad al retorno de los niños ucranianos.

Y, en junio, republicanos y demócratas presentaron conjuntamente al Senado un proyecto de ley que prevé ayuda técnica para Kiev en el tema de la repatriación de menores. En él se habla de "casi 20 000" niños secuestrados, cifra basada en datos de las autoridades ucranianas, según los cuales, 19 546 niños habrían sido trasladados a Rusia, todos ellos con nombre y apellidos. La iniciativa del Gobierno ucraniano para recuperarlos se conoce con el nombre de "Bring Kids Back".

Difícil verificación 

Es difícil verificar si esa lista es cierta, ya que Kiev la mantiene en secreto. "No se trata solo de los datos personales de menores que se encuentran en situación de necesidad, sino también de su seguridad. Pueden ser posibles testigos de crímenes de guerra y, por lo tanto, Rusia los oculta deliberadamente", comenta a DW Myroslava Chartschenko, abogada de la ONG Save Ukraine, que lucha por la repatriación de los niños. Las autoridades rusas insisten en que las afirmaciones de Kiev son exageradas y que la lista de 19 546 niños es "falsa". 

Dado que los niños de los territorios ocupados llegaron a Rusia por diferentes vías, resulta difícil elaborar una lista homogénea. Las autoridades ucranianas registraron los primeros casos ya en 2014. En aquel entonces, se trasladó a niños de internados de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, en el Donbás, a suelo ruso. Y, poco antes de la invasión, en 2022, las "repúblicas populares" pidieron a Moscú que evacuara todos los orfanatos, unos 500 niños en total que, con el tiempo, fueron dispersados por toda Rusia.

Menor protegido por los brazos de una mujer. De espaldas, hombre y mujer arrodillados a la altura del menor.
Este menor ucraniano fue liberado por Rusia gracias a la intervención de Qatar.Imagen: QATAR'S MINISTRY OF FOREIGN AFFAIRS/REUTERS

Más tarde se sumaron otros menores, por ejemplo, miles de la ciudad destruida de Mariúpol, que fueron separados de sus padres tras un proceso de "filtración". Otros cientos de niños fueron enviados a sanatorios rusos para "recuperarse" durante la ocupación rusa de partes de las regiones de Járkiv y Jersón, en el verano de 2022.

En la primavera de 2023, el número de huérfanos y niños sin cuidados parentales en hogares especiales bajo control ruso ascendía a 4390, según datos de las autoridades ucranianas. Aproximadamente el mismo número se alojaba en orfanatos de tipo familiar, asegura Myroslava Chartschenko, de Save Ukraine, y subraya que, desde el punto de vista jurídico, el Estado ucraniano es responsable de estos niños.

Asimilación de niños ucranianos

Los ocupantes rusos, por su parte, siguen otra lógica jurídica. Ya en mayo de 2022, Putin simplificó la obtención de la ciudadanía rusa para los huérfanos de estas regiones, de tal manera que no es necesario el consentimiento de los padres biológicos o tutores legales de Ucrania. Esta medida fue en parte justificada por razones humanitarias: la ciudadanía rusa permite acceder tanto a prestaciones sociales, como a asistencia médica y educación.

Por las mismas razones, Putin ordenó que los niños ucranianos sin tutores legales fueran entregados a familias de acogida rusas, explicó en una entrevista Marija Luova-Belova, que ostenta el cargo de Defensora del menor en Rusia. "Teníamos 380 niños, 19 regiones, y yo personalmente pregunté a los gobernadores si se harían cargo. Encontraron buenos padres de acogida que pudieron ver y elegir a los niños", explicó.

La propia Luova-Belova aseguró haber acompañado personalmente a muchos de los menores de las zonas ocupadas en su "evacuación" a Rusia y, en ocasiones, los entregó "conmovida hasta las lágrimas" a sus nuevos padres adoptivos. Ella misma acogió a un menor de 15 años que los ocupantes llevaron primero a Donetsk y luego a Moscú desde la destruida Mariúpol.

Las autoridades rusas proporcionan una metodología oficial para que las familias "asimilen" a los menores ucranianos acogidos. Y los niños que acabaron en instituciones estatales son víctimas del "turbo-patriotismo" ruso. Se les educa en el espíritu de los supuestos "valores tradicionales" y se les enseña a honrar a los "héroes de la operación militar especial", como se denomina en Rusia la guerra de Ucrania. Además, se les prepara para un futuro servicio en el ejército ruso.

El Gobierno ucraniano y las autoridades policiales y judiciales califican esta política como crimen de guerra y presunto genocidio contra el pueblo ucraniano. En la primavera de 2023, la Corte Penal Internacional se sumó en parte a esta valoración y dictó una orden de detención contra Vladímir Putin y Luova-Belova por presuntas violaciones de las normas de la guerra y la deportación de niños del Donbás.

(ms/dzc)