León XIV cumple 70 años: el incierto rumbo de su pontificado
10 de septiembre de 2025León XIV es un papa bastante reciente. Los expertos del Vaticano siguen sin saber, tras 132 días de pontificado, cuál será su orientación primordial. En algunos aspectos, se ha distanciado claramente de su predecesor, el papa Francisco (2013-2025).
En agosto, León XIV pasó unas prolongadas vacaciones en la residencia papal de verano en Castel Gandolfo, cerca de Roma. Francisco nunca se sintió atraído por ese fresco lugar en las montañas Albanas, al sur de la calurosa capital.
León XIV se viste más como corresponde a la imagen tradicional de un papa. En eso se parece más a Benedicto XVI que a Francisco. El actual pontífice, por ejemplo, lleva la suntuosa estola papal. Y está previsto su regreso al Palacio Apostólico, en la planta superior del magnífico edificio que se eleva sobre la plaza de San Pedro. Esta vivienda ha estado vacía durante doce años y ha tenido que ser renovada antes de que se mude a ella, cosa que es posible que suceda para su cumpleaños.
El domingo 14 de septiembre de 2025, el papa cumple 70 años. Cuando el cardenal Robert Prevost, que entonces contaba con 69 años, fue nombrado pontífice, se hizo rápidamente hincapié en su edad y en su variada actividad deportiva. Pero León XIV no es joven. A los 69 años, ya era mayor que la media de los papas al ser elegido. Si bien sus dos predecesores, Francisco y Benedicto, asumieron el cargo a los 73 y 78 años, respectivamente, antes los papas solían ser más jóvenes: Juan Pablo II (58), Juan Pablo I (65) y Pablo VI (65).
Apasionado del deporte
Aun así, se ha consolidado la imagen de León XIV como un pontífice en buena forma física. "El entusiasmo del papa por el deporte es muy estadounidense. Él mismo juega al tenis y, además, es un gran fan de los Chicago White Socks, un equipo de béisbol", comenta a DW el teólogo Benjamin Dahlke, de Eichstätt, uno de los mejores conocedores del panorama eclesiástico de Estados Unidos. El entusiasmo por el deporte hace que León XIV sea "humano y accesible".
Dahlke destaca otros aspectos: León XIV parece "muy profesional" y eso es también muy estadounidense. Se muestra controlado y reflexiona primero antes de decir nada. "Todo parece meditado y pensado, como en un buen directivo americano". Para Dahlke, el papa tiene claramente la capacidad de dirigir una organización compleja.
Muchos observadores están esperando que León XIV marque la pauta. "En estos momentos, es difícil saber cuál es su postura exacta y hacia dónde se dirige la política eclesiástica", opina Dahlke. En su opinión, la parte conservadora de la Iglesia estadounidense "no tiene motivos para estar descontenta", ya que a León XIV le importa mucho que la misa se oficie con dignidad. Y los obispos que ha nombrado hasta ahora para las diócesis estadounidenses "realmente no son de izquierda".
Por otro lado, a pesar de su imagen conservadora en lo externo, León XIV se ha mostrado de todo menos reacio a los formatos de diálogo eclesiástico de carácter sinodal que también incluyen a los laicos. Y ha recibido al capellán católico LGBTQ más destacado del mundo, el jesuita estadounidense James Martin.
Jörg Ernesti, historiador eclesiástico de Augsburgo, aún no ve señales muy significativas en el actual papa. En ocasiones, los pontífices han comenzado mostrando un gran compromiso, como sucedió con Pablo VI en 1963. Ernesti recuerda a DW que Francisco también tuvo "un primer año muy intenso" en 2013, con importantes decisiones personales y su primera encíclica. Y la visita de Francisco en agosto de 2013 a la pequeña isla italiana de Lampedusa, en el Mediterráneo, atrajo la atención de la opinión pública mundial sobre la cuestión de la migración.
"Eso aún no lo veo en el papa León XIV", dice Ernesti, quien, hasta ahora, ve cambios "más bien en el ambiente, en el estilo", algo que "tampoco es poco". Habrá que esperar a ver cómo se desarrolla este pontificado.
El método que ha utilizado hasta ahora, que consiste más bien en esperar y buscar el diálogo, se corresponde con el currículum del septuagenario Prevost. A diferencia de lo que suele ser habitual en los papas, no llevaba décadas ejerciendo como obispo, acostumbrado a tomar decisiones. León XIV es un religioso, un agustino, y durante diez años fue el miembro de mayor rango de la Orden de San Agustín. Sus hermanos aseguran que su estilo característico es preguntar, escuchar y no decidir cosas por sí solo.
El papa y los dirigentes estadounidenses
Aunque León XIV es un ciudadano del mundo, que se ha movido entre Estados Unidos, Perú y Roma, su influencia estadounidense perdura. En público, León XIV habla a menudo en inglés.
Muy pronto surgieron comentarios que especulaban sobre el actual papa como posible actor contra el presidente estadounidense Donald Trump. Se llegó incluso a decir que el estadounidense más poderoso del mundo era ahora Prevost, con un séquito de 1400 millones de católicos.
La cosa puede ponerse interesante, porque durante los últimos meses, ante la brutalidad de las medidas de la administración Trump contra los migrantes, la afinidad de los obispos estadounidenses con el presidente está disminuyendo, aunque en realidad suelen inclinarse más hacia los republicanos.
Al mismo tiempo, el papa, que desde sus primeras palabras en la logia de la basílica de San Pedro ha tocado repetidamente el tema de la paz, aborda la responsabilidad de los poderosos en la resolución de los numerosos conflictos del mundo. Ya sea la guerra de Rusia contra Ucrania o la nefasta situación en Tierra Santa, León XIV interviene una y otra vez.
(ms/dzc)