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Lección al combinado naranja

DW-WORLD26 de junio de 2006

Nuestro golazo de hoy es para los fans holandeses que, pese a jugar en terreno hostil y al numerito de su selección ante Portugal, hicieron reinar al astro fútbol pacíficamente sobre todas las cosas.

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Decepcionados pero correctos: los fans holandeses se despiden sin disturbios.Imagen: AP


Alemanes y holandeses no son precisamente los mejores amigos y en tiempos de rivalidad futbolística y patriotismo exaltado las antiguas rencillas se convierten en grandes rencores. Recuerdos de viejas guerras y partidos con historia enturbian el ambiente. Los alemanes, por supuesto, felices de poder decir adiós a la selección naranja.

Con esto acuestas, más el espectáculo nada futbolístico que se vio sobre el terreno de juego, se podría haber pensado que las peleas y los enfrentamientos con la policía de fans disgustados serían inevitables. Sin embargo, ni un solo disturbio y las fuerzas de seguridad felices del buen resultado: en las gradas que no en el campo.

Respetando las normas

“A diferencia de lo que ocurrió en el partido, los hinchas respetaron las normas del buen comportamiento y abandonaron el campo pacíficamente”, se enorgulleció de anunciar Gerhard Hauptmann, el jefe de la policía de Núremberg.

Sobre el césped, holandeses y portugueses jugaron más a darle a la pierna que al balón. Al árbitro no le daba tiempo entre falta y falta a guardarse la tarjeta amarilla en el bolsillo y, se esté a favor o en contra de la actuación del colegiado, lo cierto es que el encuentro comenzó mal y acabó aún peor. La deportividad fue la gran ausente.

En las gradas y en la calle, los holandeses aceptaron la derrota sin causar más estropicios que los que contra el balompié arremetieron sus propios jugadores. “Todo ha transcurrido increíblemente bien y de forma pacífica”, añadió Hauptmann, quien bromeó con que el tiempo, convertido en amago de tormenta tropical, fue el único acontecimiento que movilizó a las fuerzas de seguridad presentes. Al fin, fueron los seguidores holandeses los que dieron una lección de buen fútbol a su equipo.