Las comunidades de mujeres están en auge en China
En la provincia de Zhejiang las mujeres se reúnen en espacios rurales de convivencia para escapar de la presión social y del juicio masculino. Allí encuentran un espacio de intercambio y seguro para estar juntas.
Intercambio y apoyo entre mujeres
El Espacio Imaginativo de Keke es un lugar de convivencia exclusivo para mujeres en un suburbio de Hangzhou, en la provincia de Zhejiang. Aquí se reúnen para apoyarse mutuamente y "hablar libremente de temas íntimos", contaron a la agencia de noticias AFP. Mientras conversan, preparan bollos al vapor en una cocina con vista a las montañas. Las participantes pagan poco menos de 4 euros por noche.
Paz y tranquilidad
"Me enfrenté a diversos grados de acoso por parte de los hombres, hasta el punto de que a menudo me veía incapaz de trabajar con normalidad", dice Chen Yani, fundadora de 30 años, conocida como Keke (derecha en la imagen). Esta experiencia la impulsó a crear un refugio. "Empecé a pensar en cómo sería un entorno de trabajo seguro y relajado, un lugar donde no sintiera aprensión", dice.
Refugio espiritual
Chen comenzó a renovar una casa en Lin'an, a unos 200 kilómetros de Shanghái. Sospechaba que muchas mujeres compartían su deseo de un lugar donde sentirse como en casa y organizó una estancia durante las vacaciones del Año Nuevo Chino. Doce mujeres acudieron en busca de paz, comunidad y libertad frente a las expectativas sociales.
Conexión con la naturaleza
"En el seno familiar, las mujeres suelen tener que ocuparse de los abuelos, los hijos y las tareas del hogar, sin mencionar las responsabilidades laborales", afirma Chen. "Necesitan un espacio donde no tengan que desempeñar un papel y puedan ser ellas mismas". Otro aspecto central de la estancia es la conexión consciente con la naturaleza, que muchas de las participantes redescubren en el proceso.
Red en crecimiento
Her Space, como se le llama la casa compartida, busca brindar un refugio espiritual a todas las mujeres que lo necesiten. Con sus muebles rústicos y caligrafía en las paredes, la propiedad evoca la sensación de un hotel boutique. Unas 120 mujeres ya han pagado la cuota de membresía de 3.980 yuanes (475 euros) para unirse al grupo en constante crecimiento.
Auge de espacios para mujeres
Hay un ambiente animado mientras todas juegan juegos de mesa y toman café juntas. Algunas buscan conversar; otras, protección contra el acoso. La demanda de bares, gimnasios, sitios de "coworking" otros espacios segregados por género está en aumento en China.
Derecho a un espacio propio
Los críticos consideran que las comunidades solo para mujeres son un problema, al argumentar que dividen a los sexos. Chen discrepa y enfatiza que las mujeres tienen derecho a espacios propios. "Las mujeres constituyen un grupo social con trayectorias de vida y problemas compartidos. A menudo les resulta más fácil comprenderse y mostrar empatía", declaró a la AFP.
No es solo un bar
En Pekín, Lilith Jiang fundó el espacio cultural Half the Sky, otro lugar seguro exclusivo para mujeres que buscan un estilo de vida no tradicional. "A las mujeres se les dice constantemente: 'Si no te casas, ¿qué será de ti cuando envejezcas?'", dice Jiang. "Pero los espacios de convivencia solo para mujeres compartidos a largo plazo donde puedan envejecer juntas podrían ser una solución".