Pocas drogas crean dependencia con tanta rapidez como la metanfetamina. La localidad turingia de Mühlhausen es la última esperanza de muchos adictos. La clínica psiquiátrica Hainich trata cada año a 250 pacientes. Según los médicos, la mayoría de ellos no toman la droga para escapar de su entorno, sino para sobrellevar un estilo de vida que les exige demasiado.