La Iglesia de la Lucha Libre de Inglaterra mezcla peleas con fe
En la iglesia anglicana de San Pedro, en el norte de Inglaterra, se ofrece un servicio único que incluye palizas, sermones y azotes.
"No es la iglesia como la conocemos"
En la única "iglesia de lucha libre" de Inglaterra, creyentes y aficionados se sientan juntos para animar a los luchadores, un espectáculo espiritual que está revolucionando la tradición. "No es la iglesia como la conocemos. Ciertamente no es para todos", declaró la vicaria de la iglesia anglicana de San Pedro en la ciudad norteña de Shipley, Natasha Thomas, a la agencia de noticias AP.
Salvado por la lucha libre (y por Jesús)
Esta es una creación de Gareth Thompson, de 37 años, quien sufrió abuso y falta de vivienda cuando era niño. Para él, la lucha libre es más que un simple espectáculo. "En resumen, es el bien contra el mal", dijo. "Cuando me convertí al cristianismo, empecé a ver el mundo de la lucha libre a través de una óptica cristiana: David y Goliat, Caín y Abel. Y pensé: «Podríamos contar estas historias»".
Una mezcla de sermones y palizas
Entre las peleas, Thompson, una mezcla de predicador y maestro de ceremonias, ofrece breves sermones. Tras una oración, la lucha continúa. "Funciona en ambos sentidos", dice Liam Ledger, de 33 años, quien lucha como Flamin' Daemon Crowe. "Hay gente que viene aquí con una gran fe, y están aquí por todo tipo de cosas. Y luego dicen: «Oh, la verdad es que esta lucha es divertida»".
Orando por una lucha segura
Stephanie Sid, de 26 años, que actúa bajo el nombre artístico de Kiara, posa para una foto con su cinturón dorado de campeona antes de una pelea. Ella también combina su fe con el deporte. "Invito a mi oponente a orar conmigo, rezo para que tengamos un combate seguro, rezo para que no haya lesiones y rezo para que podamos entretenerlos a todos", declaró a AP.
Bautismos entre combates
En el caluroso vestuario, mientras los luchadores discuten sus planes de pelea, se ponen rodilleras y se atan botas desgastadas. Flamin' Daemon Crowe comenta que es un poco "surrealista" cuando se celebran bautismos entre combates. "Pero atrae a un diferente grupo de personas, a una comunidad diferente de la que normalmente recibimos", admite el reverendo Thomas.
"Reza, come, lucha, repite"
La camiseta lo dice todo. Una noche reunió a unas 200 personas en la iglesia centenaria, desde aficionados tatuados hasta parejas mayores. "Creo que es absolutamente maravilloso", dice Chris Moss, que se casó con su esposo Mike en San Pedro hace casi 50 años. Al principio pensó que no era para ella. Pero hablar con los luchadores le hizo entender que "no hay que juzgar a un libro por sus pastas".
Más que lucha libre
Treinta personas se bautizaron en la Iglesia de Lucha Libre en su primer año. Solo unas pocas regresan los domingos, pero eso no le preocupa a Thompson, quien fundó la organización benéfica Kingdom Wrestling en 2022, y planea expandirse a otras ciudades británicas. Kingdom Wrestling también ofrece defensa personal, tutorías, reuniones para hombres; es una iglesia que cuida cuerpo, mente y alma.
Aplausos y abucheos
Menos de la mitad de los británicos todavía se consideran cristianos: en los últimos 10 años, quienes afirman no tener religión aumentó del 25 % al 37 %. Algunas iglesias luchan por sobrevivir y adoptan enfoques poco convencionales. "Hay que asumir algunos riesgos", dijo el reverendo Thomas. (rr/lgc)