La hora de los halcones
6 de noviembre de 2002El periódico General Anzeiger, de Bonn, opina: "Si el asunto no fuera tan serio, podría considerarse una broma de la política israelí el que precisamente el super-halcón Ariel Sharon -de quien se dice que de preferencia observa a los árabes a través de una mirilla- se traslade ahora del extremo derecho de su gabinete hacia el centro, debido a la incorporación de figuras aún más duras: el ministro de Defensa, Shaul Mofas, y Benjamín Netanjahu, como encargado de Relaciones Exteriores. El hecho de que Sharon haya admitido que tras la ruptura de la coalición con los laboristas no puede seguir gobernando y busque la solución en elecciones anticipadas, tiene por lo menos un aspecto consolador: peor habría sido un gobierno de escasa mayoría con la ultraderechista Unión Nacional, que sólo estaba dispuesta a aliarse si Sharon hubiera rescindido el acuerdo interino y hubiera declarado organización terrorista a la Autonomía Palestina".
Años perdidos
En Austria, el diario conservador Die Presse, de Viena, emite un juicio tajante sobre el actual gobierno: "El balance de Sharon es demoledor: fueron dos años perdidos para Israel. El viejo paladín del Likud había prometido ‘paz y estabilidad’, pero con su política de mano dura sólo cosechó las iras de los palestinos. Y, de paso, sumió al país en una grave crisis económica. Una cosa consiguió sin lugar a dudas: desde su aparición en la colina del Templo -que marcó el inicio de la intifada hace dos años- el proceso del paz del Medio Oriente no merece el nombre de tal".
Inquietantes perspectivas
El matutino holandés Algemeen Dagblad, de La Haya, apunta que cada día se agudiza la crisis, derivada de la incapacidad de resolver el problema palestino, y plantea un balance igualmente sombrío: "Hace dos años, Sharon prometió decididamente paz y seguridad al pueblo israelí... Nada de eso se hizo efectivo. Desde su llegada al poder, el número de víctimas sólo ha aumentado entre los israelíes y, sobre todo, entre los palestinos... El panorama político no ofrece al electorado perspectivas de mejora. Con figuras como la de Netanjahu pisándole los talones, incluso un personaje como Sharon parece mesurado".
El retorno de Netanjahu
El periódico conservador británico Daily Telegraph augura peores tiempos para los palestinos y apunta: "Ariel Sharon es popular. Pero el favorito del Likud es Benjamín Netanyahu. En el pasado, criticó un proceder supuestamente demasiado blando con los palestinos. Netanyahu quisiera ver a Yasser Arafat en el exilio y rechaza la instauración de un estado palestino. Las elecciones anticipadas, probablemente refrendarán la pérdida de influencia de la izquierda. Eso implica también otro revés para las esperanzas palestinas de contar con un estado propio. Una victoria del Likud en los comicios del año próximo sólo confirmaría el desvanecimiento de dichas esperanzas, sobre todo si el triunfador es Netanjahu".