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La esperanza carioca del fútbol alemán

5 de febrero de 2003

Con 10 goles en 18 partidos, el brasileño Kevin Kuranyi tiene mucho éxito en la Bundesliga. En entrevista con DW-World confiesa que conserva todavía su sueño de niño: jugar en el Flamengo.

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Kevin Kuranyi celebra uno de sus muchos goles en la Bundesliga.Imagen: AP

A los 6 años, cuando comenzaba a jugar fútbol en las cercanías de Río de Janeiro, Kevin Kuranyi soñaba con ponerse la camiseta amarilla de la selección brasileña. Hoy, el carioca, hijo de un alemán y una panameña, es considerado una de las mayores revelaciones de la Bundesliga alemana. No es sorprendente, después de haber marcado 10 goles en 18 partidos. De manera que Rudi Völler, el director técnico de la selección alemana, ve grandes posibilidades de que Kuranyi pueda entrar en el equipo nacional. De la misma manera le honra el entrenador del club VfB Stuttgart, Felix Magath: "Está preparado para jugar en la selección. Y, a pesar de que todas las miradas están puestas en él, nunca juega en forma individualista."

Modestia ante todo

Fernando Meira Kevin Kuranyi und Krasimir Balakov
Kevin (al centro) junto a sus compañeros del Stuttgart.Imagen: AP

En conversación con DW-WORLD, Kevin procura mantener la modestia: "Estoy empezando a jugar el fútbol que aprendí aquí en Stuttgart y a meter goles. Espero que Rudi Völler me llame algún día para jugar en el equipo nacional."

Kevin Kuranyi tenía 15 años cuando llegó a Stuttgart. Las pruebas de admisión en el club de primera división no fueron un obstáculo. Después de haber jugado cuatro años con el equipo amateur, Magath lo contrató en Julio de 2001 para el equipo profesional. Cada vez que Kuranyi pisó el césped mostró sus cualidades de feroz goleador. Pero todavía no se siente capaz de tomar el lugar de Ulrich Klose en la selección, a pesar de la mala fase del artillero alemán en la Copa Mundial.

Corazón brasileño

Al principio le costó acostumbrarse a la vida en Alemania: "hasta hoy me falta el sol y la alegría del pueblo brasileño", dice Kuranyi. El joven es consciente de que su origen multicultural (tiene tres pasaportes: el alemán, el brasileño y el panameño) le da muchas ventajas a la hora de jugar: "aprendí de las dos partes y estoy sacando lo mejor de ambas. Cuando tiro la pelota entre las piernas de un adversario, dicen: ahí está el brasileño. Cuando me pongo a cabecear, dicen: ahí está el alemán."

Kuranyi agradece que el equipo de Stuttgart le de la posibilidad de ganar experiencia como profesional y quiere cumplir su contrato hasta el 2004, con un año adicional optativo: "quiero jugar aquí dos años más, para seguir aprendiendo." Después preferiría avecindarse en tierras mas cálidas, por ejemplo en el sur de Europa, e incorporarse a un club grande. Sobre todo le gusta la idea de formar parte de un equipo internacional. El 2 de marzo, el delantero cumplirá recién 21 años, pero ya está pensando en dónde terminar su carrera: "En mis últimos años de futbolista, me gustaría poder jugar en el equipo de mi corazón, el Flamengo."