La edad del oro... negro
7 de mayo de 2003Lucrativos están resultando los negocios para uno de los sectores más tradicionales de la industria mundial. Las empresas petroleras viven un período de bonanza envidiable, a juzgar por los balances del primer trimestre de este agitado 2003. Las buenas noticias del sector fluyeron en los días recientes como una verdadera cascada, más que inusual en estos tiempos.
Récord sobre récord
El líder del ramo, la multinacional Exxon, con sede en Texas, marcó la pauta. El consorcio energético ExxonMobil logró nada menos que triplicar, y con holgura, sus ganancias: los resultados netos mejoraron de 2.090 millones de dólares, a comienzos del 2002, a 7.040 millones en los primeros meses del año en curso. Tampoco los competidores se quedaron atrás. También el consorcio holandés-británico Royal Dutch/Schell, exhibió un récord: sus ganancias netas se incrementaron en un 96% en los primeros tres meses el año, elevándose a 3.914 millones de dólares.
Y suma y sigue. ChevronTexaco, la segunda mayor compañía petrolera de Estados Unidos, superó incluso las expectativas de los analistas. Sus beneficios netos se elevaron el primer trimestre a 1.920 millones de dólares, duplicando con creces los de igual período del año anterior, en que sólo llegaron a los 725 millones. Para no ser menos, también el consorcio británico BP batió marcas, consiguiendo incrementar sus ganancias en un 136%.
El factor iraquí
El oro negro sigue siendo, más que nunca, el oscuro objeto del deseo de las economías mundiales. Los notables resultados de las empresas que marcan la pauta en este terreno obedecen a diversas causas, siendo la primera de todas el alza del precio del petróleo en las semanas previas a la guerra contra Irak, que lo llevó a sobrepasar por momentos el umbral de los 30 dólares por barril de 159 libros. Si bien la tendencia alcista se revirtió luego, los negocios florecieron, incrementando también las utilidades en las faenas de extracción y refinamiento.
Tras el término de las operaciones militares de mayor envergadura en territorio iraquí, cabe ahora preguntarse si esta historia de beneficios superlativos se podrá mantener. Irak, que dispone de las terceras reservas más cuantiosas de petróleo del mundo (después de Arabia Saudita y Canadá) es, sin duda, un factor clave. Pero resulta difícil anticipar en cuánto tiempo estará en condiciones de volver a producir en cantidades que incidan realmente en el mercado. El carácter obsoleto de sus instalaciones permite prever que ello no ocurrirá de un día para otro.
Desde ya, se estima que será necesario invertir entre 30.000 y 90.000 millones de dólares en los próximos años, y no se sabe aún quién ha de proporcionar el dinero. "En todo caso resultará muy caro", indica Klaus Matthies, especialista del Archivo Económico Mundial, de Hamburgo. Y subraya que "el país necesitará por lo menos cinco años para producir las mismas cantidades que antes de la invasión de Kuwait".