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La corbeta fantasma

25 de junio de 2002

En el puerto alemán de Kiel fue presentado al público la primera embarcación barco militar capaz de burlar a los radares, gracias a su particular diseño y material de construcción.

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La nueva corbeta de los astilleros HDW provoca interés internacional.Imagen: HDW

Las grandes batallas navales ya han pasado a la historia. Quizá por eso la presentación de una nueva corbeta "fantasma" no haya despertado en el mundo tanto revuelo como lo hiciera en su día la del bombardero estadounidense B-2 Stealth, capaz de burlar a los más sofisticados radares. Pero la embarcación, igualmente difícil de detectar, tiene grandes utilidades para la Armada, principalmente por su enorme versatilidad.

Ello explica, desde ya, el gran interés manifestado por Estados Unidos, Grecia y otros países en esta embarcación, construida por la empresa Kockums, filial de Howaldtswerke-Deutsche Werft AG. Estos astilleros, cuya mayoría accionaria fue recientemente traspasada a inversionistas estadounidenses, disponen también de tecnología de punta para la construcción de submarinos virtualmente indetectables bajo el agua.

Diseñada para el sigilo

La primera corbeta del tipo Visby fue entregada hace dos semanas a Suecia. La nave, presentada el 24 de junio en Kiel, está construida de material sintético de fibras de carbono reforzado y es antimagnética. Por esta razón, resulta casi imposible de localizar para los radares del adversario. También su interior está hecho de esta fibra y sólo las cabinas de la tripulación están recubiertas de madera.

De apariencia futurista, tiene 73 metros de largo y alcanza una velocidad de más de 40 nudos por hora (unos 76 kilómetros). Otra de las peculiaridades de la embarcación, que parece deslizarse sobre rieles por el agua, es que se puede detener en sólo 150 metros. Todo está especialmente diseñado para que produzca el menor ruido posible y pueda pasar inadvertida al adversario. Eso es lo que más impresiona a militares y expertos de esta corbeta, cuyo costo asciende a cerca de 150 millones de euros y se eleva a unos 350 millones, si está equipada con armamento.

Las corbetas Visby tienen poco calado, motivo por el cual pueden utilizarse también en aguas costeras, de escasa profundidad. Justamente en ello radica su mayor utilidad en estos tiempos, en los que el mayor campo potencial de operaciones es la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, o los conflictos militares locales.

¿Transferencia de know-how?

Esta tecnología, al igual que la de los submarinos U31, de los astilleros HDW, está entretanto en el foco de una polémica por el traspaso de know-how a Estados Unidos. El problema se planteó con la venta del 75% de las acciones (menos una) del HDW al inversionista estadounidense One Equity Partners (OEP).

Las vinculaciones de este grupo con el consorcio de armamentos General Dynamics propiciaron inquietudes en el plano de la política militar. Por otra parte, la publicación alemana Der Spiegel ha informado que también la empresa norteamericana fabricante de armas Northrop Grumman negocia con HDW sobre eventuales formas de cooperación. Conocedores del ramo consideran que sería posible una compra de acciones.