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"La avaricia es genial"

2 de junio de 2003
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La caída del consumo y la crisis económica han llevado a Alemania una auténtica fiebre por los descuentos y desencadenado una verdadera guerra de precios, especialmente en sectores como el turismo o automóvil. La crisis de la economía alemana, con un crecimiento negativo del PIB en el primer trimestre y más de cuatro millones de desempleados, mantiene a los ciudadanos alejados de las tiendas desde hace meses. La facturación del comercio minorista alemán mejoró un ligero 0,5 por ciento en abril, pero en los cuatro primeros meses del año se redujo un 0,3 por ciento respecto al mismo periodo de 2002. Numerosas empresas, ante todo en los sectores del motor y del turismo, han reaccionado con descuentos, ofertas y llamativas campañas publicitarias que buscan atraer al consumidor. La bajada del gasto de los consumidores ha beneficiado también a empresas que tradicionalmente ofrecen precios bajos, como las cadenas de supermercados Aldi o Plus y el grupo mayorista Metro, propietario de las cadenas de artículos electrónicos Media Markt y Saturn. Saturn lanzó hace algunas semanas un atrevido eslogan publicitario que podría traducirse como 'la avaricia es genial' y que parece haberse convertido en el lema de los compradores alemanes. El beneficio neto de Metro avanzó el pasado año un 11,8 por ciento, hasta los 502 millones de euros (587 millones de dólares) mientras que su facturación avanzó un 4 por ciento, hasta los 51.500 millones de euros. En el sector turístico, las ganas de ahorrar están favoreciendo en Alemania la proliferación de aerolíneas de vuelos baratos que, con tarifas de incluso 5 euros por trayecto y ningún servicio a bordo, se han convertido en las favoritas de los clientes. Otras firmas optan por poner en marcha filiales con precios más bajos, como 'Discount Travel', del touroperador TUI o 'Sixti', de la compañía de alquiler de vehículos Sixt. Pero es en el sector del motor donde la guerra de precios está siendo más encarnizada. Las principales automovilísticas compiten con ventajosos descuentos, un hecho sin precedentes en este sector. Así, por ejemplo, Opel ofrece a sus compradores vales para gasolina por valor de 850 euros, Citroen paga el IVA de sus vehículos vendidos y Seat distribuye sus modelos en Alemania un 5 por ciento más baratos. A largo plazo, los empresarios temen que estas ofertas acaben perjudicando al sector, que ya tiene dificultades con sus ventas fuera de Alemania por la apreciación del euro frente al dólar. 'Los descuentos son como una droga', afirmó Dieter Zetsche, responsable de Chrysler, la filial estadounidense del grupo DaimlerChrysler. 'A corto plazo puede que hagan sentirse mejor, pero a la larga son un peligro'. Esta marca norteamericana se vio obligada a conceder elevados descuentos a sus clientes en EEUU después de que los dos grandes grupos competidores General Motors y Ford ofrecieran rebajas de hasta 4.000 dólares por vehículo vendido. Una excepción a estas prácticas es la del prestigioso fabricante de automóviles deportivos Porsche, que se ha negado rotundamente a abaratar su Boxster, que tiene menos aceptación que otros modelos.