Juicio a Saddam: excluir las influencias políticas
20 de octubre de 2005
El primero de los planeados doce procesos fue aplazado ayer hasta el 28 de noviembre, a petición del abogado defensor de Hussein, que argumentó no haber tenido tiempo para estudiar los expedientes. El dictador no reconoce al tribunal y se siente aún como legítimo presidente de Irak.
"Orientarse por los tribunales de la ONU"
El diario liberal de izquierda SÜDDEUTSCHE ZEITUNG, de Múnich, Alemania, editorializa: "A Saddam Hussein se le acusa de delitos de lesa humanidad, un delito de derecho internacional. Pero las reglas del procedimiento no se corresponden con los estándares internacionales y el tribunal especial iraquí está expuesto permanentemente a intentos de influencia política. Si se aspira a llevar a cabo un juicio limpio, hay que orientarse por lo que desde los años 90 los tribunales especiales de la ONU para Yugoslavia y Ruanda. Un procedimiento que goce de reconocimiento general y un detallado trabajo de los investigadores hacen posible procesos penales que excluyan las influencias políticas y sólo se concentren en la cuestión de quién es culpable de qué".
Los crímenes de Hussein no son delitos comunes
El diario conservador DAILY TELEGRAPH, de Londres, Gran Bretaña, opina: "Saddam no podrá defenderse con referencias a sus obligaciones como jefe de Estado si la fiscalía logra demostrar que ordenó matanzas sin que puedan ser justificadas con actos de resistencia, o que fueron matados probadamente inocentes o que se produjeron muertes por crueldades desembozadas. En 1945, para la preparación de la acusación en los Procesos de Núremberg, los Aliados, ante las dificultades para llevar a Hitler ante a un juzgado, debieron crear un cuerpo jurídico nuevo. Fue un alivio saber que el tirano se había suicidado, ya que así había desaparecido el problema de llevar a cabo un proceso contra un jefe de Estado legitimado jurídicamente. Probablemente, Hitler podría haber sido condenado por delitos comunes, pero ello no era el objetivo de los Aliados al final de la II Guerra Mundial. Tampoco en Irak se trata de delitos comunes".
"Es importante que el juicio tenga lugar en Irak"
IL MESSAGGERO, de Roma, Italia, dice: " En este proceso existen aspectos que es necesario destacar. En primer lugar que tiene lugar en Irak, ante jueces iraquíes. Ello no es un detalle secundario. Si el dictador hubiera comparecido ante un tribunal internacional, incluso quizás en una capital europea, ello hubiera sido una afrenta para los sentimientos de los iraquíes y las sensibilidades de quienes tanto sufrieron bajo la dictadura. Sacar al ex dictador de la órbita de la justicia de su país podría haber sido interpretado como una nueva intromisión de Occidente en los asuntos internos de Irak y se podría haber transformado en una nueva porción de sentimientos antiestadounidenses en todo el Oriente Próximo".