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Japón

7 de junio de 2005

La modestia japonesa brilla por su ausencia. "Vamos a Alemania a ganar", dice el entrenador nacional, Zico.

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Keiji Tamada, de Japón, celebra su gol contra Bahrain en las eliminatorias del Mundial 2006.Imagen: AP


Los éxitos en los pasados años apuntalan esas ambiciones: un segundo lugar en la Copa Confederaciones hace cuatro años en Corea del Sur y su propio país, la clasificación para octavos de final en el Mundial Japón 2002 y por tercera vez campeón de Asia hace nueve meses. Pero las grandes expectativas de los hinchas es una pesada carga para el equipo aún joven.

Preocupaciones por doquier

Clasificado en segundo lugar actualmente en el grupo B de Asia, Japón, de poder defender ese lugar, estaría clasificado para la ronda final del Mundial 2006. Pero tanto al entrenador como a los jugadores acosan las preocupaciones. En particular la súper estrella Hidetoshi Nakata, que juega en el AC Florencia, ha sido objeto de duras críticas en los últimos tiempos. A ello reaccionó en abril amenazando con retirarse de la selección. "Quiero jugar el Mundial con el seleccionado japonés. Pero si es estima que soy un obstáculo, no tendré problemas en renunciar al seleccionado".

Aventuras nocturnas

A comienzos de 2004 ofreció a Zico incluso su renuncia. Las razones fueron un partido catastrófico contra Omán y aventuras nocturnas de los jugadores, que pasaron por alto la prohibición de salir de noche de la concentración. "Los jugadores abusaron de con confianza", se quejó el coach brasileño.

Espíritu de equipo

Hoy, las diferencias han sido olvidadas y Zico ve en el espíritu del equipo el secreto de su éxito. "Cuando no se tienen grandes individualidades, como Brasil, hay que entrenarse duramente y conformar una unidad en la que todos jueguen para todos". Lo mismo opina el atacante Naohiro Takahara, que juega en el Hamburgo SV. Para Takahara, la garantía para el éxito en Alemania este año... y quizás el siguiente, son una "increíble cohesión" del equipo y su buena condición física. (mu)