Irak: la "ametralladora de Pandora"
21 de diciembre de 2006"No hay ningún puente de oro para retirarse de Irak", afirmó el coordinador de las relaciones germano estadounidenses, Karsten Voigt. Y fue aún más explícito, añadiendo que el presidente Bush sólo puede optar entre "un mal camino y uno menos malo" para salir de allí. El político socialdemócrata sigue considerando que es necesario negociar con Siria e Irán sobre fórmulas que permitan lograr la paz en el Medio Oriente y hace hincapié en que "eso no equivale a una recompensa, sino que constituye un método para modificar su comportamiento".
Visión optimista
En consecuencia, la negativa del presidente estadounidense a dicha vía esbozada en el Informe Baker lógicamente no es motivo de aliento para Berlín. No obstante, el encargado del gobierno alemán para las relaciones entre Washington y Moscú se resiste a caer en la desesperanza y a interpretar las declaraciones formuladas por Bush en la conferencia de prensa del miércoles como prueba definitiva de que nada ha cambiado. Por el contrario, consideró que los anuncios pueden tomarse como "un paso intermedio" para corregir el curso. Además, opinó que si se refuerzan las tropas, lo importante será la misión que se les encomiende: por ejemplo, si se las dedica a capacitar a más soldados iraquíes, podría servir para una reducción a largo plazo de la presencia militar estadounidense en Irak. En este sentido, los anuncios de Bush no contradicen necesariamente las recomendaciones de Comisión Baker-Hamilton, según Voigt.
Un gigante que se tambalea
Menos imbuidos del optimista espíritu navideño se muestran otros analistas al aquilatar los últimos planteamientos de Bush. Porque la idea de que incrementar el número de soldados acarreará más posibilidades de lograr la paz resulta bastante discutible. A juicio del politólogo Christian Hacke, de la Universidad de Bonn, dicha fórmula denota en cierta medida desconcierto, en momentos en que los problemas estadounidenses han adquirido dimensiones inquietantes.
Entrevistado por la emisora Deutschlandradio, el académico estimó que con la guerra de Irak el presidente Bush ha abierto "no sólo una caja de Pandora, sino -si pudiera decirse- una ametralladora de Pandora", porque en ese país se perfilan varias guerras paralelas. Por otra parte, consideró que Estados Unidos es un "gigante" que se tambalea sobre todo en cuanto a potencia garante del orden mundial. "No quiero decir que los estadounidenses se hayan convertido en el problema mundial Nr. 1, pero tampoco son ya el Nr. 1 para solucionar problemas", señaló Hacke. Determinante será, a su juicio, la opción que tome Washington en cuanto a si seguir actuando como una fuerza suprapartidista, al margen de la pugna entre los bandos en pugna en Irak, o tomar partido por chiítas y curdos, en contra de los sunitas. Ese sería otro posible cambio de estrategia, por cierto bastante diferente al concebido por la comisión Baker que tantas simpatías despertó en Alemania.